El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó hoy por mayoría celebrar a puerta cerrada la sesión ordinaria en la que tiene previsto intervenir la diputada opositora venezolana María Corina Machado, quien calificó de «censura» dicha decisión.
Por 22 votos a favor, 11 en contra y una abstención, la de Barbados, los embajadores de los Estados miembros de la OEA aprobaron una iniciativa de Nicaragua para desarrollar a puerta cerrada la reunión, lo que impide el acceso a los medios de comunicación.
«Es la misma censura, es la censura que nos ha impuesto un régimen en Venezuela y que su brazo censurador llega hasta aquí», señaló a los periodistas Machado, que ha sido acreditada como representante alterna de Panamá y tiene previsto dirigirse a los embajadores del continente desde el asiento de ese país.
Los votos en contra de cerrar la reunión a la prensa fueron de Chile, Colombia, Costa Rica, EE.UU., Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Canadá; mientras que el resto de países apoyaron la propuesta de hacer privada la sesión.
Al iniciarse la reunión, que se retrasó más de una hora debido a varias gestiones dentro de los grupos regionales, el embajador de Nicaragua, Denis Moncada, solicitó al presidente del Consejo, el dominicano Pedro Vergés, hacer una votación para cerrar a la prensa la reunión, algo que apoyaronVenezuela y Ecuador.
El embajador de Panamá, Arturo Vallarino, expresó inmediatamente su «rechazo» a dicha propuesta y pidió abrir un debate sobre la misma, para lo que recibió el apoyo de Perú, EE.UU. y Canadá.
«Yo no veo por qué aquí tiene que haber secretismo, no veo por qué aquí vamos a privarle a la comunidad latinoamericana que tenga el derecho de informarse a través de los comunicadores sociales que están aquí», subrayó Vallarino.
La embajadora estadounidense, Carmen Lomellín, dijo que la OEA «no puede cerrar sus puertas a sus ciudadanos cada vez que alguno de nosotros no está de acuerdo con un asunto», porque eso «va contra los principios de la democracia» de la organización.
Por su lado, el representante canadiense, Allan Culham, urgió a «no correr una cortina sobre estas discusiones».
El embajador de Perú, Juan Jiménez Mayor, insistió en que «es derecho de todos los Estados conocer las razones para que esta reunión sea privada», por ser «un tema de importancia hemisférica».
Tanto Moncada como la representante alterna de Venezuela, Carmen Velásquez, rechazaron aportar esas razones al alegar que el reglamento de la OEA permite hacer una votación sobre el carácter público o privado de la reunión sin necesidad de debate.
Tras la votación, el representante de Brasil, Breno Dias da Costa, señaló que la decisión de cerrar la sesión no busca «impedir un dialogo, sino impedir un ‘show’ para una platea externa».
Por su parte, la embajadora de Argentina, Nilda Garré, opinó que «salvo mala fe, todos sabemos por qué algunos entendemos que la sesión debe ser privada y otros entienden que debe ser pública».
La sesión de hoy tiene como primer punto en el orden del día un debate sobre Venezuela, en el que está previsto que hable Machado, pero es probable que ese punto quede eliminado mediante una votación, y en ese caso se podría volver a plantear el debate al final de la sesión.
Según fuentes diplomáticas consultadas por Efe, Venezuela ya ha pedido una votación para eliminar del orden del día el debate sobre ese punto, pero los embajadores no han votado aún.
Carlos Vargas, un estudiante venezolano que acompañó a Machado durante su viaje a EE.UU., expresó a los periodistas su «decepción» por el cierre de la sesión, y señaló: «Les pido a ustedes y les pido a la Organización de Estados Americanos que no nos silencien, porque hemos vivido demasiado silencio en Venezuela». EFE