«La gente en Venezuela está herida, está dolida», «el país necesita entablar un diálogo de paz sincero», declaró la realizadora venezolana Mariana Rondón, cuyo filme «Pelo Malo» abrirá este viernes el festival de Cine latinoamericano de Toulouse (suroeste de Francia).
En su película, que se alzó en septiembre con el máximo galardón del Festival de San Sebastián, Rondón pinta el retrato de una convulsionada Caracas, entre polarización e intolerancia, pero jamás creyó que este retrato se tornara repentinamente tan crudamente real.
Venezuela está desde hace cinco semanas inmersa en una ola de protestas contra la inflación galopante, la escasez de productos básicos y la inseguridad, que se ha cobrado la vida de 29 personas.
«Lo que está sucediendo en Venezuela viene a reafirmar lo que dije en mi película», afirmó Rondón en entrevista con la AFP, haciendo alusión a una sociedad herida, en la que, según ella, la mitad de la gente no se siente representada.
Para sanar esas heridas, «necesitamos un diálogo de paz sincero, con exigencias y garantías de que es un diálogo verdadero, y no un simulacro», dijo esta cineasta que recorre el mundo desde hace varios años, pero que por elección sigue afincada en Caracas.
El presidente venezolano, Nicolas Maduro, ha convocado a un diálogo nacional, aunque esa iniciativa no ha logrado hasta el momento frenar la confrontación entre el poder y la oposición.
¿La reconciliación nacional es posible?, le preguntamos a Rondón. «No puedo darme el lujo de decir que no es posible, porque la otra alternativa es la guerra», sentenció. «Las herramientas de salida están a la mano, no son cosas imposibles, son decisiones que se deben tomar», añadió.
De todas maneras, advierte esta venezolana, su película no pretende dar juicios, sino abrir un espacio de diálogo y cuestionamiento libre al espectador, para que cada quien demuestre y diga lo que siente con ella. «Yo no creo -añade- que todos debemos pensar igual, pero creo que debemos lograr coexistir pensando diferente».
Un apego especial a Toulouse
La película «Pelo Malo», que cuenta la difícil historia de un niño obsesionado con alisar su rebelde cabellera y de una madre agobiada por prejuicios sobre la homosexualidad, celebró la semana pasada por lo alto su estreno en España y se enfrentará a principios de abril al exigente público galo.
Pero antes de eso, su película dará el pistoletazo de salida al Festival de Toulouse, que hará vibrar durante diez días a la ciudad francesa.
Toulouse no es una cita cualquiera para Mariana Rondón. La historia internacional de «Pelo Malo» empezó en esta ciudad, donde su película participó en la edición 2013 de Cine en Construcción, una iniciativa que ayuda a dar un empujón final a proyectos inconclusos en postproducción.
En las anteriores entregas de esta categoría, Cine en Construcción ha abierto las puertas a películas posteriormente premiadas en festivales de altura. Una experiencia vivida por «Gloria», del chileno Sebastián Lelio, Oso de Plata a la Mejor Actriz en el festival de Berlín de 2012.
«Me encanta la idea de volver a Toulouse», dijo Rondón con una sonrisa. «Fue allí donde se vio ‘Pelo Malo’ por primera vez, aunque desde entonces cambió un montón», subraya.
«Además -agrega- la película inaugurará el festival, es algo muy bonito, es como el cierre de un ciclo».