Llegó a ser considerado por los británicos el campeón de la libertad de las Colonias Hispánicas de América y el historiador venezolano Mariano Picón Salas, lo llamó el primer criollo de dimensión histórica mundial
Nuestro estado se identifica con el apellido de un hombre que, más allá de sus proezas internacionales, fue el forjador de nuestra democracia. Es el ilustre Generalísimo Francisco de Miranda, quien nació en Caracas el 28 de marzo de 1750, siendo hijo del canario Sebastián de Miranda Ravelo y de la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez de Espinoza.
El nombramiento de su padre como Capitán de una Compañía de blancos isleños en 1764, produjo un fuerte rechazo de la sociedad mantuana, expresión del conflicto que enfrentaba a los blancos españoles y a los blancos criollos, preámbulo de la lucha de Independencia Hispanoamericana. Ante tal circunstancia, decide marcharse en 1770 a España para servir al Rey.
El inicio de sus batallas
El 25 de enero de 1771, sin haber cumplido todavía los 21 años se embarca para España, con el propósito de servir en el ejército real, dando con esto inicio a un largo periplo que lo llevará a combatir en tres continentes: África, Europa y América y a participar en tres de los eventos más importantes de la historia universal: la Independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa y la Revolución de Independencia Hispanoamericana.
En 1772, con la obtención del Rey Carlos III de un puesto como oficial en el ejército español, dará inicio a una ascendente carrera militar que comienza como Capitán del Regimiento de Infantería de la Princesa. Nombrado capitán del Regimiento de Aragón y Edecán del general Juan Manuel Cajigal en 1781 acompaña a éste con las tropas españolas que refuerzan el sitio puesto a la plaza de Pensacola, ocupada por los ingleses en la Florida Occidental. Su conducta en la toma y capitulación de esta plaza en mayo de 1781, le valen ser ascendido a teniente coronel.
Como Edecán del general Cajigal negocia la capitulación de esas islas el 08 de mayo. De ahí se traslada a Cabo Francés (Haití), donde tendrá que enfrentar por primera vez, las denuncias e intrigas, que siempre rodearon su vida. Se le acusaba de que en junio de 1781 había permitido la visita del general inglés Campbell a las fortificaciones de La Habana, por lo que es arrestado y liberado gracias a su amigo Cajigal.
Esbozando la Independencia
De regreso a La Habana tiene que esconderse para no ser sometido a prisión, embarcándose hacia Estados Unidos, donde estudia el proceso norteamericano. En diciembre de 1784 se embarca a Inglaterra, siempre con el propósito de conseguir ayuda para sus proyectos independentistas.
Sin embargo, el momento no es el más propicio y Miranda se dedicará a perfeccionar su cultura, que llegará a ser imponente. En 1789 reanuda conversaciones con el Primer Ministro William Pitt, sobre la proyectada emancipación de Hispanoamérica, presentándole planes y estudios de operaciones militares en América. La indiferencia de Pitt ante sus planes, obligará a Miranda a buscar nuevos horizontes.
El 23 de marzo de 1792 llega a París, donde establece amistad con el alcalde de la ciudad, Jerónimo Petión. El 25 de agosto de 1792 es nombrado Mariscal de Campo del Ejército Revolucionario Francés, cargo que acepta Miranda como medio para promover la causa de independencia hispanoamericana.
El 28 de marzo llega a París, para enfrentar los cargos en su contra. No obstante, los hechos darán un giro inesperado, cuando la rivalidad entre girondinos y jacobinos lo lleven ante el Tribunal Revolucionario, ante el cual hace una magistral defensa que le permite evitar la guillotina y ser liberado
El 15 de enero de 1795 regresa a Londres, donde reanuda sus gestiones con el primer ministro Pitt, así como con las autoridades norteamericanas. Al no concretarse ni la ayuda británica, ni la norteamericana, emprende una expedición a bordo del bergantín “Leander” el 02 de febrero de 1806, cuando llega con su bandera a la Vela de Coro.
Miranda decide regresar definitivamente a Venezuela en 1810. Es nombrado teniente general de los ejércitos. Impulsa la instalación de la Sociedad Patriótica y en 1811 se incorpora al Congreso Constituyente. Sostiene la necesidad de declarar la Independencia, lo que se realiza el 05 de julio de 1811, adoptándose como bandera nacional la traída por Miranda.
A raíz del terremoto del 26 de marzo de 1812 y la derrota de Bolívar a manos de Domingo Monteverde en Puerto Cabello, Miranda comenzará una serie de negociaciones con los realistas, que concluirán con la Capitulación de San Mateo el 25 de julio de 1812 y la pérdida de la Primera República.
El fracaso del primer intento de independencia de España por parte de Venezuela y el creciente rechazo hacia su persona, hacen renunciar a Miranda a su cargo de General en Jefe de Tierra y Mar de la Confederación. Durante la noche del 30 de julio, cuando se preparaba a embarcarse rumbo a Curazao, un grupo de militares y civiles, entre los que se encontraba Simón Bolívar, lo arresta y acusa de traición.
Poco después de su arresto, las fuerzas realistas entran a La Guaira y se apoderan de él. El 04 de junio es trasladado a la fortaleza de El Morro en Puerto Rico y a fines de 1813 llevado a España. A principios de enero de 1814 está encarcelado en un calabozo del Fuerte de las Cuatro Torres, en el arsenal de La Carraca, donde morirá en la madrugada del 14 de Julio de 1816. Dando fin a la vida del primer venezolano universal, el precursor de la Independencia Hispanoamericana y el criollo más culto de su tiempo.
En Praga
La vida de Francisco de Miranda, héroe precursor de la emancipación de las naciones americanas, se paseará por Praga en una próxima película de gran presupuesto que prepara el cineasta Carlos Fung. Los estudios de Barrandov, así como la propia arquitectura de la ciudad, servirán para ambientar la importante actividad diplomática que Miranda llevó a cabo en Europa a finales del siglo XVIII
Edda Pujadas / Twitter: @epujadas