Atemorizados y sin querer identificarse por temor a ser víctimas de la venganza desmedida de delincuentes, los residentes de la zona explicaban a la prensa que los asaltos son algo común en el lugar
«Nulo e inexistente». Así califican el patrullaje policial los vecinos del Conjunto Residencial Rosa Blanca de la urbanización La Rosa en Guatire, estado Miranda, quienes viven a los pies de delincuentes que actúan de manera organizada.
Atemorizados y sin querer identificarse por temor a ser víctimas de la venganza desmedida de delincuentes, los residentes de la zona explicaban a la prensa que los asaltos son algo común en el conjunto que está divido en varias calles, pero que se unifica en una sola vía que permanece desértica durante el día, sobre todo a partir de las 12:00 pm, cuando estudiantes vienen llegando de sus lugares de estudio.
«Hasta cuándo»
Desde el lugar, relataban los afectados por la constante inseguridad que hace pocos días fue robado el Colegio Cacica Juana Soto, ubicada al final de la calle de Rosa Blanca. Este fue un hecho que le vino a recordar a los vecinos que ni los niños y jóvenes estudiantes están a salvo.
«El hampa no perdona a nada y a nadie. Son bandas delictivas que actúan de forma organizada. Andan en motocicletas, en vehículos y hasta a pié. Uno tiene que andar con los teléfonos y artículos de valor guardados, pues jamás se sabe cuándo te lo van a quitar. Hasta cuándo tenemos que vivir así, sin sentirnos seguros ni dentro de nuestras casas», explicó una vecina.
Se conoció que habitantes de Rosa Blanca además son amenazados y sometidos con armas de fuego en mano, hasta el punto de ser maniatados.
«Gracias a Dios aquel que tiene la fortuna de escapar con vida. Pero nada es tan molesto y genera tanta impotencia como el hecho de que te quiten tus cosas personales, lo que tanto te cuesta obtener a fuerza de trabajo. En segundos se llevan lo que es material y se recupera, pero que es tuyo. De qué vale el sacrificio, de qué vale la vida en la actualidad», agregaron los declarantes.
Exigieron la activación de planes de seguridad que permitan al menos reducir los índices delictivos y que aporten aunque sea una mínima mejora de la calidad de vida de sus residentes.
Calles pésimas
Por otro lado, denunciaron el pésimo estado de la vialidad, la cual no recibe asfalto desde hace más de 20 años. Los huecos se pueden ver por doquier. Los vehículos son tragados por las troneras que se agigantan con el paso de los meses. «La Alcaldía de Zamora parece no estar trabajando. No se ven los frutos de una gestión que ya va para 4 meses», acotaron.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com