Una jirafa dio un lengüetazo a un hombre moribundo que, como último deseo, pidió que lo llevaran al zoológico de Blijdorp, en Rotterdam, Holanda, donde trabajó durante 25 años.
Mario Eijs, quien tiene discapacidad mental, desarrolló un tumor cerebral y tiene dificultad para caminar o hablar. Quiso hacer una última visita a sus compañeros de trabajo y a los animales que tanto quiso.
La fundación Stichting Ambulance Wens ofrece transportación gratuita a pacientes en fase terminal.
Varias jirafas sintieron curiosidad cuando Eijs fue llevado hasta el encierro de los rumiantes el 19 de marzo pasado.
«Después de muchos olfateos, Mario recibió un lengüetazo en la nariz», dijo en un comunicado Olaf Exoo, colaborador de la fundación.
Agregó que «fue un último saludo que se dieron ambos y nos estremeció a todos los que lo vimos».