El ministro de Ambiente, Miguel Rodríguez, denunció hoy la «macabra» contaminación de un caudal de agua que iba a ser potabilizada en la ciudad de Mérida, a 700 kilómetros de Caracas, una de las zonas más activas en las protestas iniciadas en febrero pasado contra el Gobierno.
«A todas luces se trata de una acción macabra, premeditada», aseguró Rodríguez en una rueda de prensa en la que precisó que desconocidos perforaron una tubería y vertieron al menos 100 litros aparentemente de gasóleo disimulados con «sustancias aromáticas».
El ministro precisó que el hecho se produjo el domingo y fue detectado por trabajadores experimentados de la planta que surte de agua potable a Mérida, quienes al percibir un olor atípico aislaron el caudal para impedir que entrara en la planta central de potabilización.
Los trabajadores tomaron las muestras respectivas que tras ser analizadas mostraron que se trataba de elementos con alta capacidad de envenenamiento, destacó el ministro.
«Esto es una locura; esto es terrorismo puro», remarcó y reiteró que «se buscaba crear un estado de alarma generalizado» que eventualmente derivara en un enojo popular contra el Gobierno.
«¿Como se puede llamar este acto que no hubiese distinguido víctimas?», sostuvo. «Iban a decir que los estábamos contaminando y se hubiesen preguntado: ¿Será que el Gobierno nos quiere asesinar, nos quiere envenenar?», agregó. EFE