Los manifestantes se concentraban en el Parque Universitario, a unos 600 metros de Palacio de Gobierno, e intentaban llegar al Congreso.
La policía detuvo a cinco manifestantes, informaron cadenas de televisión presentes en el lugar
Grupos de mineros informales se enfrentaban este miércoles con la policía que los dispersó con gases lacrimógenos en pleno centro histórico de Lima, donde volaban piedras y algunos vehículos fueron volcados y destruidos.
Los manifestantes se concentraban en el Parque Universitario, a unos 600 metros de Palacio de Gobierno, e intentaban llegar al Congreso.
La policía detuvo a cinco manifestantes, informaron cadenas de televisión presentes en el lugar.
Los grupos de mineros proceden de las regiones de Puno (sudeste) y Madre de Dios (selva sur) y no han sido parte del acuerdo que alcanzó el martes el gobierno con mineros de otras cinco regiones para avanzar en un programa de formalización de la actividad.
La huelga indefinida de los trabajadores de Puno y Madre de Dios en el centro de Lima busca la modificación del plazo impuesto por el gobierno para adecuarse a la ley.
«El 19 de abril es el último día para que los mineros informales presenten su solicitud de formalización, así como los certificados laborales y ambientales respectivos», ratificó Daniel Urresti, alto comisionado del gobierno para la Interdicción y Formalización de la Minería.
La estrategia gubernamental de interdicción de la minería informal busca promover la formalización del sector y su incorporación a la legalidad para que pague impuestos, mejore las condiciones de trabajo y se evite la contaminación ambiental con los residuos de los materiales que emplea.
Las autoridades estiman que existen en Perú, quinto productor mundial de oro, unos 70.000 mineros informales. AFP
Protestas en La Asunción
Sindicalistas y campesinos paralizaron el miércoles el centro de Asunción en el marco de una huelga contra la política económica del presidente Horacio Cartes, una protesta que obliga al mandatario conservador a afinar la relación con estos sectores críticos a su gestión para seguir gobernando con tranquilidad.
La huelga coincidió con una marcha que los campesinos organizan cada año desde hace dos décadas en la capital paraguaya, lo que aumentó la expectativa respecto al número de manifestantes y a la posibilidad enfrentamientos con la policía.
Pero la protesta transcurrió sin incidentes y fue levantada poco después del mediodía, cuando los sindicatos aceptaron participar en una mesa de diálogo convocada por el Gobierno para analizar sus reivindicaciones, reseñó la agencia Reuters.