Estados Unidos delineó hoy las condiciones en las que consideraría en serio imponer sanciones a Venezuela, algo que ve justificable si no avanza el diálogo y «si no hay espacio democrático para la oposición» en el país, y confió en que la misión de la Unasur impulse la reconciliación nacional.
La secretaria de Estado adjunta de EE.UU. para Latinoamérica, Roberta Jacobson, reiteró a los periodistas que el Gobierno de Barack Obama «no ha sacado de la mesa la posibilidad de imponer sanciones en el futuro», aunque en ningún momento se plantea una «acción militar» para responder a las protestas que vive Venezuela.
«Quizá llega un momento en que las sanciones de una manera u otra sean una herramienta muy importante, y si no hay movimiento, si no hay la posibilidad de diálogo, si no hay espacio democrático para la oposición, claro que tenemos que pensar en eso, y estamos pensando en eso», dijo Jacobson en una conferencia de prensa vía Internet.
En ese caso, añadió, sería «importante trabajar con los aliados (de EE.UU. en la región) para implementar cualquier tipo de sanción o de acción, porque es mucho mas eficaz si hacemos esas cosas juntos».
Jacobson subrayó que «ningún país quiere implementar sanciones», pero no puede descartar del todo esa posibilidad, planteada a mediados de este mes por el secretario de Estado, John Kerry.
«Creemos fuertemente que sería mejor si no tenemos que imponer, nosotros u otros países, sanciones a Venezuela», subrayó Jacobson.
La funcionaria confió en que el diálogo pueda avanzar a raíz de la recién concluida visita a Caracas de la misión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con el objetivo de asesorar al Gobierno de Nicolás Maduro en la crisis.
«No sé cuáles serán los resultados de esta misión, pero esperamos todos que quizá esa sea la oportunidad para que ambos lados puedan tener un rol, un papel en una mesa de diálogo para enfrentar los retos de Venezuela en este momento», afirmó.
Jacobson habló con la prensa antes de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunciara que un grupo de tres cancilleres de la Unasur preparan el diálogo entre oficialistas y opositores en Venezuela, por lo que no se pronunció al respecto.
No obstante, insistió en que Venezuela «necesita la asistencia de alguien de fuera» del país, sea «una persona, un grupo o una institución», porque «hasta ahora hemos visto que las discusiones están sucediendo en la calle, y no en la mesa» de diálogo.
La funcionaria se mostró además «muy preocupada» por la situación de la diputada opositora María Corina Machado «y muchas otras personas en la oposición, algunos de ellos detenidos sin cargos y otros sin la posibilidad de defenderse», y aseguró que ha recibido «información sobre la posibilidad de abusos bajo detención».
Consideró «muy lamentable» que a Machado no se le permitiera intervenir ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) el pasado viernes pese a haber sido acreditada por Panamá, porque ella era «un miembro de la Asamblea Nacional y tiene todo el derecho de hablar libremente sobre la situación» en su país.
Respecto a las ofertas que EE.UU. ha recibido de Caracas para normalizar las relaciones, enfriadas desde la retirada mutua de embajadores en 2010, Jacobson insistió en que «primero, en este momento, la discusión debe ser entre los venezolanos».
«Queremos tener una mejor relación con Caracas, pero podemos lanzar nuevas medidas en este camino cuando haya un diálogo en Venezuela, un diálogo profundo, real, libre, con todas las partes en la mesa. Entonces sí podremos continuar la discusión, pero es muy difícil ahora», zanjó.
Las protestas entre simpatizantes del Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición han dejado hechos de violencia en los que se han registrado 35 muertos, cientos de heridos y detenidos. EFE