*** El segmento que se transmite todos los jueves en el programa farandulero líder de la TV venezolana muestra las diversas facetas del espectáculo nacional, desnudando las polémicas que fueron o continúan siendo noticia. Sus comentaristas, Jheisson Rodríguez y nuestro Diego Kapeky, junto a Osman Aray, aseguran que vienen más explosivos que nunca
Existen historias que vale la pena volver a contarlas. “Cenizas” del pasado que fácilmente pueden avivar las llamas una y otra vez; de ello continúan encargándose el animador Osman Aray, el periodista Jheisson Rodríguez y el columnista Diego Kapeky, todos los jueves en Qué Escándalo.
El segmento que forma parte de La Bomba, sigue planteando los casos más polémicos de la farándula venezolana y rememorando la actuación de sus protagonistas: los artistas. Desde su nacimiento el espacio se ha caracterizado por la remembranza de los hechos históricos que marcaron huella en la movida artística nacional.
Bajo la producción de María Eugenia Gutiérrez y el propio Osman Aray, el espacio cautiva a un público ávido de momentos únicos en el showbussines criollo. “Duélale a quien le duela son verdades la que se dicen en Qué Escándalo”, enfatiza Jheisson Rodríguez, que además enaltece el trabajo que hace el equipo de productores y sus compañeros.
A la espera de más casos y ansioso por mostrar su punto de vista en la pantalla chica “sin anestesia”, Diego Kapeky resalta que la investigación es el ingrediente obligatorio en cada edición de Qué Escándalo, donde colabora. “Además de documentarme, y haberlo vivido en su momento, lo que se dice se basa en hechos fehacientes que hicieron y hacen vibrar a la farándula. No decimos nada que no se fundamente en la verdad. Las opiniones sí las emitimos con toda la responsabilidad del caso”.
Y en todo un escándalo se convierte la conjugación de los hechos del pasado o presente que se discuten en el segmento junto a los panelistas, que además, hacen estremecer las redes sociales. Osman Aray, quien funge como mediador entre las partes (Jheisson y Diego) comenta que la visión del segmento, a pesar que toca temas sensibles para sus protagonistas, es rememorar “qué paso, qué pasa y qué podría pasar con el caso expuesto en el momento”.
“Con cada reportaje en Qué Escándalo no buscamos, ni en la más mínima expresión, vilipendiar a alguien. Nosotros simplemente somos los que abrimos la bóveda de un montón de cuentos del recuerdo que mucha gente olvida, o quiere olvidar, y nosotros se lo recordamos todos los jueves en La Bomba por Televen”, agrega el animador.
Unos de los hechos más emblemáticos que el espacio ha destacado ha sido sobre los amoríos de ex misses; amistades que terminaron casi en un ring de pelea; luminarias que de la noche a la mañana se quedaron sin trabajo y las infaltables, siempre polémicas, Diosa Canales y la maracucha de oro, Lila Morillo.