Los mosquitos: una picada y cinco enfermedades

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No hay un lugar en el mundo donde se pueda escapar de la picadura de un mosquito… ni de las enfermedades que transmiten.

Una epidemia de chikungunya –cuyo virus se transmite por un mosquito que pica en el día- está teniendo lugar actualmente en el Caribe.

En esa región de América se sospecha de más de 15.000 casos en casi la mitad de las islas, de los cuales más de 3.000 se han confirmado. La infección también tocó tierra firme en la Guayana Francesa.

Aunque quisiéramos exterminarlos, desaparecer de la faz de la Tierra a los mosquitos podría tener efectos desastrosos en el ecosistema: sus larvas procesan los residuos en el agua donde se crían y los adultos tienen un importante papel en la polinización.

También son una nutritiva fuente de alimento para criaturas como el pez mosquito, que se engulle hasta cien larvas al día.

Y a pesar de que la malaria es quizás la enfermedad más conocida en el mundo, hay muchas otras afecciones desagradables que se propagan gracias a estos insectos.

Aquí ofrecemos una lista de cinco de esas otras enfermedades que una persona puede contraer con tan solo una picada.

Fiebre amarilla
Esta es una de la que tienen que estar pendiente los aficionados al fútbol que asistan este a la Copa del Mundo en Brasil. Cada año, unas 200.000 personas en todo el mundo contraen fiebre amarilla, la mayoría de ellos en África subsahariana.

En 1881, el doctor y científico cubano Carlos Finlay fue el primero en sospechar que la enfermedad se transmitía por el mosquito. Pero no fue sino 20 años más tarde que su teoría se confirmó. Una vez que la persona se infecta, la fiebre aparece unos días después.

Después de una aparente recuperación, cerca del 15% de los pacientes entran en una segunda fase tóxica que tiene una tasa de mortalidad del 50%. Aquí es cuando surge la característica coloración amarilla en la piel y en la parte blanca de los ojos debido a que causa daños en el hígado.

Dengue
La mitad de la población del mundo está en peligro de contraer dengue, que causa fiebre, fuerte dolor de cabeza, dolor en la parte de atrás de los ojos, en las articulaciones y los músculos, y erupción en la piel.

Esta es otra enfermedad tropical y por ende está presente en Brasil.

No hay vacuna o medicamento específico para tratar el dengue. El tratamiento de apoyo incluye reposo, mucho líquido y medicinas paliativas.

El dengue hemorrágico, una forma aguda de la enfermedad, puede ser letal.

Chikungunya
La fumigación es una de las formas de controlar la enfermedad.

Puede que suene como algún lugar interesante, pero chikungunya es una enfermedad desagradable que causa fiebre alta y dolor en las articulaciones.

«Es debilitante. (Las personas que la sufren) no pueden trabajar y tienen que quedarse en cama con dolor en las articulaciones», señala el profesor Johan Giusecke, científico jefe del Centro Europeo para el Control de Enfermedades en Suecia.

La primera vez que se habló de chikungunya fue en un brote en Tanzania en 1952. El nombre se origina en una palabra del idioma makonde que significa «hacerse contorsionista». «La mayoría de las personas experimentan fiebre alta por poco tiempo, se sienten realmente enfermas y tras una semana aproximadamente se les pasa», explica Giusecke.

«Pero han existido casos de chikungunya en que el dolor de las articulaciones dura semanas o en que, como consecuencia de la infección, la persona queda con artritis crónica», agrega. «Si bien no suele ser fatal, esta enfermedad puede contribuir en la muerte de personas frágiles o de mayor edad».

Encefalitis de La Crosse

Este virus lleva el nombre de la ciudad de La Crosse, en Wisconsin, Estados Unidos, donde fue descubierto en 1963.

Si bien es bastante rara -sólo afecta de 80 a 100 personas al año en EE.UU., la mayoría niños-, aquellos que contraen esta enfermedad pueden tener fiebre, dolor de cabeza, náusea, vómito, fatiga y letargo.

Los casos más severos pueden producir ataques, coma y parálisis.

Filariasis
La primera vez que se describió fue hace 2.500 años, por doctores hindúes y persas. El gusano parasitario Wuchereria bancrofti también se propaga por los mosquitos.

En casos agudos puede ocasionar elefantiasis.

Para que las larvas se desarrollen en un gusanos adultos se necesita de hasta un año. Una vez que entran en el sistema linfático humano, la piel y los tejidos subyacentes se espesan, especialmente en las piernas, brazos, pechos y genitales. Es una enfermedad que desfigura y estigmatiza.

El tratamiento temprano puede ser muy efectivo, pero los fármacos que se utilizan no tienen efecto en los gusanos adultos.

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