Cuando usted dice que a su edad no alberga miedo, le pregunto: ¿alguna vez lo sintió? Sepa que nuestros muchachos que pudiesen ser hijos suyos o nietos, el único miedo que tienen es el miedo a tener que vivir en un país sin libertad, sin justicia, sin derechos. El miedo que sienten es a que la libertad de decidir, de actuar, y hacer se las cercenen. El miedo es a vivir en un país donde la vida no se respete ni tenga valor
Elaisa Ferris *
Señor Vallenilla: como madre y venezolana que ha sufrido los embates de este régimen, me permito responderle algunas frases de la carta que le escribió a su hijo.
En primer lugar, para todo padre un hijo es sagrado, y por eso entiendo sus palabras de amor y defensa hacia su hijo. Lo que usted llama “Guerra sucia” y “querer dañar la imagen de su hijo”, asumo debe ser el resultado de las lamentables ofensas tanto en palabras como en actuaciones de su hijo hacia los que no creemos en este régimen al que no se le puede llamar democracia.
Cuando usted dice “nosotros, tu familia, sufrimos cada vez que vemos como tratan de vilipendiar y transgredir tú nombre para generar un odio que no te pertenece” me viene enseguida a la mente, la imagen de la hija de Mónica Spear, o de la madre de Génesis Carmona, o la de Bassil Alejandro, la de Roberto Redman, de José Méndez entre otros que asesinaron con un odio que tampoco les pertenecía. A la vez me invade una sensación de angustia por lo que debe estar sufriendo la madre del estudiante Filippo Sevillano, que no sabe si su hijo se salvará o no, por la culpa de la represión brutal de esté régimen que su hijo apoya. Usted, al menos, puede abrazar a su hijo señor Vallenilla, ellas más nunca podrán.
Usted que dice estar en su “sensatez otoñal”, y sabe porque lo vivió, lo que es vivir y disfrutar la democracia y la libertad, con sus aciertos y desaciertos. Sabemos que nada es perfecto, pero dígame señor Vallenilla, lo que usted fue a nivel profesional y la formación que su hijo tuvo, ¿no fue gracias a la democracia?
Cuando usted dice que a su edad no alberga miedo, le pregunto: ¿alguna vez lo sintió? Sepa que nuestros muchachos que pudiesen ser hijos suyos o nietos, el único miedo que tienen es el miedo a tener que vivir en un país sin libertad, sin justicia, sin derechos. El miedo que sienten es a que la libertad de decidir, de actuar, y hacer se las cercenen. El miedo es a vivir en un país donde la vida no se respete ni tenga valor.
Lástima, o gracias a Dios debería decir, que hasta este momento como usted dice, nunca había visto tanto odio, porque nosotros le cuento que llevamos 16 años viéndolo, sufriéndolo y padeciéndolo, y esa “bondad y redención” que usted pide, nosotros llevamos 16 años pidiéndola.
Nosotros, señor Vallenilla, como padres y como venezolanos deseamos la paz y la convivencia entre todos. Ojalá y nuestra preocupación fuese un insulto en un local de comida, sepa que nuestra preocupación como padres es que nuestros hijos que no andan con guardaespaldas como el suyo, regresen bien, sanos y salvos a casa.
Bonito se lee cuando dice “que ninguna consigna, ninguna militancia, ninguna idea política es superior al amor de familia”. Ojalá, algún día, podamos estrecharles las manos y abrazarnos en paz”, dígale a su hijo que dé el ejemplo y sea el primero en hacerlo, hoy, mañana y siempre, ¿lo hará?
Termino diciéndole, que la protección que le pide a Dios déjenosla a nosotros, porque su hijo tiene la protección del Estado venezolano. Nosotros cada vez que nos despedimos de nuestros hijos, sí sentimos miedo, a diferencia de usted, porque el guardaespaldas que le podemos ofrecer a nuestros hijos se llama la confianza en Dios.
Atentamente,
Elaisa Ferris.
* Madre de cada joven que lucha por la libertad y la democracia en Venezuela.