«Nuestro objetivo es lograr un diálogo sincero entre los venezolanos para que ellos resuelvan los temas que tengan que resolver», dijo esta semana el canciller de Argentina, Héctor Timerman, tras una reunión con su par de Chile, Heraldo Muñoz
Una comisión de cancilleres de la Unasur volverá a Venezuela este lunes para acompañar un posible diálogo entre el presidente Nicolás Maduro y la oposición, una ardua tarea tras dos meses de protestas contra el gobierno que han reavivado la profunda polarización en el país.
En su primera visita el 25 y 26 de marzo, la comisión se reunió con diversos sectores de la sociedad venezolana, incluida la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y dirigentes estudiantiles, que lideran las protestas desde hace dos meses con un saldo de 39 muertos y 608 heridos.
Gracias a la primera misión de cancilleres, Maduro y la oposición tuvieron su primera coincidencia al aceptar que un «testigo» facilite el diálogo, con el secretario de Estado del Vaticano y ex nuncio en Venezuela, Pietro Parolin, como uno de los candidatos.
Siguen los choques
Pese a que bajaron de intensidad, aún se registran choques entre radicales y las fuerzas del orden en algunos municipios, como ocurre casi a diario en Chacao, en el este de Caracas.
Maduro acusa a la oposición de promover un golpe de Estado con las protestas, en tanto la MUD responsabiliza al gobierno del encarcelamiento del opositor Leopoldo López, líder del partido Voluntad Popular, y de dos alcaldes, así como de la reciente destitución de la diputada María Corina Machado.
Unasur busca «contribuir a que Venezuela encuentre un camino de diálogo amplio y constructivo (…) y que en la medida de lo posible pueda detener esta polarización, esta violencia y estas muertes», dijo Muñoz, quien recordó que una ciudadana chilena falleció en los disturbios.
Muñoz y su par de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, también defendieron esta semana el rol de la misión, después de que Machado afirmara en Brasilia que Unasur «tiene un problema serio de credibilidad» y que no están dadas las condiciones para el diálogo.
Diálogo cuesta arriba
Incluso el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, cuya mediación ha sido rechazada por Maduro, afirmó que la misión es una «nueva oportunidad» para que ambos bandos reconozcan la necesidad de un entendimiento.
Pero Maduro anticipó que no se sentará a dialogar con «fascistas», en alusión al sector radical de la MUD, y culpó al bloque opositor de las protestas «porque no han tenido coraje para salir a condenar la violencia, para llamar a la paz y para sentarse en la mesa de diálogo por la paz».
«Yo no me voy a sentar en la mesa con fascistas, sépalo Venezuela y el mundo (…); me siento con la oposición política, con sus gobernadores, sus diputados, con sus dirigentes políticos», advirtió el presidente.
El secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, respondió en Twitter que «el gobierno sabe que ni promovemos ni apoyamos la violencia de nadie. Ataca para proteger a los violentos».
Gobierno y oposición se señalan mutuamente de promover grupos de radicales que causan la violencia. Esta semana un supuesto chavista y un presunto opositor fueron fotografiados con armas de fuego en las manifestaciones.
De su lado, el líder opositor Henrique Capriles asegura que «es mentira» que el gobierno quiera conversar e instó a «que siga la protesta pacífica e incluyente» porque «hay miles de razones para protestar contra el caos del Gobierno».
MUD: «Discurso del presidente
es tenazmente agresivo»
En un comunicado, el bloque opositor dio la bienvenida a los comisionados, pero advirtió que su presencia «será útil si el gobierno se compromete sinceramente con el diálogo» tras calificar de «tenazmente agresivo» el discurso de Maduro contra sus detractores y de intolerante al gobierno ante «la menor diferencia y, desde luego, a la crítica».
«Estamos por un diálogo respetuoso, a la vista de todo el país, con una agenda acordada y con la presencia de un tercero de buena fe, nacional o internacional, que garantice, facilite y, en caso de ser necesario, medie» en este diálogo, añadió la MUD.
AFP