«Todavía no estamos trabajando para permitir un embajador venezolano en Estados Unidos», dijo Jacobson durante una audiencia ante el subcomité sobre América Latina de la Cámara de Representantes del Congreso.
«Creemos que la acción debe ser en Venezuela, con los venezolanos hablando unos con otros, y nosotros haciendo todo lo que podamos para facilitar eso y no permitir la distracción de acusaciones contra nosotros», afirmó la diplomática.
Jacobson respondió así a una pregunta de la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen sobre el embajador propuesto en febrero por Maduro.
Estados Unidos y Venezuela mantienen tensas relaciones y carecen de embajadores desde 2010.
Maduro propuso intercambiar embajadores en un intento por recomponer las relaciones bilaterales, tras la expulsión de tres diplomáticos estadounidenses a mediados de febrero, hecho que fue contestado por Washington con la expulsión de tres representantes venezolanos.
El gobierno de Maduro acusó a los diplomáticos estadounidenses expulsados de promover las protestas antigubernamentales que se producen desde el 4 de febrero en Venezuela y que han dejado 39 muertos.
Tras la expulsión de los diplomáticos, Maduro propuso a Maximilian Arveláez como su representante en Washington, pero la propuesta se ha encontrado con el escepticismo de Washington.
De hecho, el agrio duelo retórico no ha cesado.
Caracas acusa e Estados Unidos de incitar las protestas, las que tacha de «golpe de Estado en desarrollo».
Washington, por su lado, ha denunciado una violenta represión y la persecución de disidentes en Venezuela, en tanto dijo que estudia implementar sanciones si el gobierno de Maduro no abre un «espacio democrático» a la oposición.
El martes, el secretario de Estado, John Kerry, dio su apoyo a las gestiones de una misión de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) para impulsar un diálogo en Venezuela, que iniciará el jueves entre el gobierno y la oposición, con la facilitación de la Unasur y el Vaticano.
Sobre esta iniciativa, Jacobson señaló que «hemos dicho desde el principio que lo más importante es tener una presencia externa para un diálogo real» y en confianza entre las partes.
A pesar de las tensiones bilaterales, Estados Unidos importa más de 800.000 barriles diarios de crudo a Venezuela, que compra gran cantidad de productos estadounidenses.AFP
«Todavía no estamos trabajando para permitir un embajador venezolano en Estados Unidos», dijo Jacobson durante una audiencia ante el subcomité sobre América Latina de la Cámara de Representantes del Congreso.
«Creemos que la acción debe ser en Venezuela, con los venezolanos hablando unos con otros, y nosotros haciendo todo lo que podamos para facilitar eso y no permitir la distracción de acusaciones contra nosotros», afirmó la diplomática.
Jacobson respondió así a una pregunta de la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen sobre el embajador propuesto en febrero por Maduro.
Estados Unidos y Venezuela mantienen tensas relaciones y carecen de embajadores desde 2010.
Maduro propuso intercambiar embajadores en un intento por recomponer las relaciones bilaterales, tras la expulsión de tres diplomáticos estadounidenses a mediados de febrero, hecho que fue contestado por Washington con la expulsión de tres representantes venezolanos.
El gobierno de Maduro acusó a los diplomáticos estadounidenses expulsados de promover las protestas antigubernamentales que se producen desde el 4 de febrero en Venezuela y que han dejado 39 muertos.
Tras la expulsión de los diplomáticos, Maduro propuso a Maximilian Arveláez como su representante en Washington, pero la propuesta se ha encontrado con el escepticismo de Washington.
De hecho, el agrio duelo retórico no ha cesado.
Caracas acusa e Estados Unidos de incitar las protestas, las que tacha de «golpe de Estado en desarrollo».
Washington, por su lado, ha denunciado una violenta represión y la persecución de disidentes en Venezuela, en tanto dijo que estudia implementar sanciones si el gobierno de Maduro no abre un «espacio democrático» a la oposición.
El martes, el secretario de Estado, John Kerry, dio su apoyo a las gestiones de una misión de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) para impulsar un diálogo en Venezuela, que iniciará el jueves entre el gobierno y la oposición, con la facilitación de la Unasur y el Vaticano.
Sobre esta iniciativa, Jacobson señaló que «hemos dicho desde el principio que lo más importante es tener una presencia externa para un diálogo real» y en confianza entre las partes.
A pesar de las tensiones bilaterales, Estados Unidos importa más de 800.000 barriles diarios de crudo a Venezuela, que compra gran cantidad de productos estadounidenses.AFP