Los vecinos contaban a La Voz que aparte de lo desgastada que están las paredes externas e internas, se suma al rosario de problemas la acumulación de la basura
Daños generales a nivel de infraestructura presenta el bloque 18 de la urbanización «Manuel Martínez Manuel», conocida como Trapichito de la ciudad mirandina de Guarenas, ocasionando esto incertidumbre en sus habitantes que esperan contar con el apoyo del gobierno local para mejorar la situación.
Así lo daban a conocer el día de ayer lugareños del edificio de tres pisos, cuyas paredes evidencian el paso del tiempo y el descuido. Las filtraciones no le dan paz a las familias que piden que el propio alcalde Rodolfo Sanz haga acto de presencia en el sitio.
Rosario de problemas
Los residentes del bloque 18 contaban a La Voz que aparte de lo desgastadas que están las paredes externas e internas, se suma al rosario de problemas la acumulación de la basura, debido a que el aseo aparentemente deja de pasar hasta 20 días.
Indicaron que actualmente no cuentan con un Consejo Comunal, a través del cual puedan canalizar sus peticiones de manera formal. Se están haciendo todas las diligencias necesarias para que el mismo se conforme.
«Creemos que es la forma más organizada de plantearle a las autoridades lo que aquí está pasando. A estos bloques, como la mayoría de los de Trapichito, no se les hace una revisión profunda desde que fueron inaugurados. Las condiciones estructurales de ahora son las mismas de hace más de 30 años, cosa que no se justifica», refirieron los vecinos, quienes no se identificaron al momento en que ofrecían detalles sobre hechos delictivos que se reportan en la comunidad.
-Aquí la droga se mueve más que la gente -agregaron. Ni decir que se puede contar con la policía, pues apenas uno llama, le echan grama a quien denuncia. Estamos consolándonos a nosotros mismos con el hecho de que contamos es con Dios y su protección.
Postes fallos
En el bloque 18 de Trapichito hay postes por doquier. No obstante, la mayoría de ellos carecen de bombillos, así que los mismos no pasan de ser un adorno.
La noche llega, pero ya a las 6:00 de la tarde los espacios de la comunidad lucen oscuros. Todos se guardan en sus hogares a tempranas horas, para evitar cualquier eventualidad según el testimonio de las familias.
«Lo que queremos es que alguna autoridad venga y constate el estado general del edificio. Esa sería la prioridad. Se trata de darnos la respuesta que como ciudadanos queremos, para el bien de nosotros, pero sobre todo de nuestros hijos», culminaron.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com