Con la mira puesta a la agencia libre al final de la temporada, “El Panda” precisa de una producción brillante y despejar dudas sobre su capacidad para mantener una producción estable
NUEVA YORK— Pablo Sandoval no tiene los días contados en San Francisco… por ahora.
Los Gigantes y los representantes del tercera base venezolano tomaron esta semana la decisión más atinada al ponerle una pausa a las negociaciones para una renovación de contrato que parecía inminente.
«Necesita concentrarse en el juego ahora mismo», comentó el gerente general de los Gigantes Brian Sabean al dar conocer la interrupción de las conversaciones. «Me parece que podría estar con un poco apuro porque es algo que tiene en la cabeza de alguna manera. Todo ha quedado frenado, al menos por el momento. Tiene que enfocarse en el juego».
Bajo rendimiento
Al iniciar la jornada del sábado, con 11 juegos cumplidos este 2014, Sandoval contaba con un promedio de .143 y slugging de .238, con un jonrón y cuatro carreras remolcadas. Nadie se alarma con la pequeña muestra, y se resalta que tenga la segunda mejor tasa de pitcheos recibidos por turno en el equipo, de 4.16, además de compartir con Brandon Crawford el liderato de bases por bolas (siete).
Con la mira puesta a la agencia libre al final de la temporada, Sandoval precisa de una producción brillante y despejar dudas sobre su capacidad para mantener una producción estable.
En forma
La antesala a la campaña estuvo marcada por los informes sobre la nutrición y acondicionamiento físico del corpulento antesalista de 27 años.
Sometiéndose a una dieta preparada por su hermano mayor, Luis, a quien le pagó los estudios en artes culinarias, Sandoval llegó a los entrenamientos visiblemente más liviano. Se indicó que la reducción de peso oscilaba entre las 20 y 30 libras (9 y 15 kilos).
«Perdió peso y se ve más fuerte», afirmó el mánager de los Gigantes Bruce Bochy. «Ese fue su objetivo durante el invierno, tratar de volver a la forma de 2011».
Esa fue la campaña en la que fue seleccionado para su primer Juego de Estrellas, bateando para .315, con 23 jonrones y un OPS (embasado más slugging) de .909 en 117 juegos.
Nótese que Bochy no subraya lo hecho durante la temporada regular de 2012, el año en que San Francisco ganó el campeonato de la Serie Mundial por segunda vez en tres temporadas, con el «Kung Fu Panda» como el Jugador Más Valioso del Clásico de Octubre tras conectar tres jonrones en el primer encuentro ante Detroit.
¿Por $90 millones?
La documentación de su pérdida de peso y compromiso por mantenerse en forma dio pie a la posibilidad que los Gigantes le darían un contrato a largo plazo antes del inicio de la temporada regular.
Ahora, para la clase de contrato que aspira, posiblemente por encima de los 90 millones de dólares para cinco años que los Gigantes pactaron con el jardinero Hunter Pence al final de la pasada temporada, Sandoval deberá conseguir números que superen con creces los 14 jonrones y 78 impulsadas de 2013.
Para la próxima agencia libre se vislumbra un reducido número de bateadores de élite disponibles. Apunte a Hanley Ramírez y más nadie.
Con el fin de acercarse a esa categoría, un sensacional 2014 es esencial para Sandoval, su mejor estímulo.
«Pablo deberá justificar su valor en el mercado con su desempeño este año», apuntó Sabean.
(AP)
La avaricia
rompe el saco…
A pesar de todo lo bueno que pueda ser, Sandoval debe guardar algo de recelo, luego de lo que ocurrió con varios agentes libres durante el último invierno al buscar otros destinos.
Luego de rechazar contratos de 14,1 millones por una temporada por parte del último empleador, varios peloteros establecidos se encontraron que los demás equipos son demasiados reticentes a ceder selecciones del draft por un agente libre.
Nelson Cruz y Ubaldo Jiménez firmaron con Baltimore justo antes de los entrenamientos. No fue hasta que dos abridores de los Bravos sufrieron lesiones de codo que Ervin Santana pudo conseguir trabajo en Atlanta. Peor están el torpedero Stephen Drew y el primera base-bateador designado Kendrys Morales, exiliados en Miami en un complejo habilitado por su agente Scott Boras a la espera de algún interesado