El envejecimiento es un proceso muy complejo que trae consigo cambios moleculares que se manifiestan a nivel celular, histológico y anatómico, siendo el envejecimiento cutáneo una de sus expresiones más evidentes. Dentro de sus causas, se encuentran aquellos factores intrínsecos al paso del tiempo como la disminución de la producción de colágeno y aquellos relativos a elementos externos como la contaminación, exposición al sol, entre otros.
Durante el envejecimiento, la producción de colágeno disminuye y la piel sufre una serie de alteraciones a nivel de la dermis y de la epidermis, que producen, entre otras cosas, una reducción del tejido graso subcutáneo y pérdida de flexibilidad. Esto provoca que la piel se reseque y se descame con mayor facilidad, favoreciendo la aparición de arrugas, pigmentaciones, telangestasias, verrugas seborreicas, nevos, quistes, etc.
Las arrugas son, en su inicio, líneas de expresión en la piel que, con el pasar del tiempo, evolucionan en surcos más profundos. Estos trazos se producen por la pérdida de elasticidad de los estratos superficiales de la epidermis y por la falta de hidratación en los planos más profundos de la piel. Cuando las zonas de la epidermis están más delgadas y sometidas a gran tensión, se genera una fractura del estrato córneo, formando así una arruga verdadera.
“Las arrugas suelen seguir líneas y su dirección está determinada por la actividad de los movimientos musculares. Por ello, las primeras arrugas que aparecen se les denomina líneas de expresión y su evolución viene dada de forma cronológica y está íntimamente relacionada con la predisposición genética, estilo de vida, práctica de hábitos nocivos, factores ambientales, hormonales, nutricionales y emocionales”, explica la Dra. Nohemi Ramos, médico cirujano con formación en Estética Médica y Medicina Fotonica Dermatocosmetica del Centro Láser de Estética Integral CLEI.
Afortunadamente, existen algunos consejos prácticos para prevenir la aparición de las arrugas y retrasar el envejecimiento cutáneo:
- Intensificar el consumo de antioxidantes como el té verde y Vitaminas A, C y E (pescado, pollo, frutas cítricas, etc)
- Incorporar Omega 3 en la dieta (pescados azules y alimentos ricos en estos ácidos grasos para el sistema cardiovascular)
- Ingerir minerales como el selenio y cobre. Se obtienen comiendo atún, nueces, salmón, etc.
- Usar protección solar diariamente para evitar que aparezcan arrugas y manchas.
Por otro lado, “el abanico de posibilidades terapéuticas para prevenir y eliminar estas imperfecciones de la piel se ha incrementado inmensamente en los últimos años y comprende desde leves terapias cosméticas hasta procedimientos con radiofrecuencia y diferentes plataformas Láser. La combinación de las mismas, sumado al diagnóstico acertado, la experiencia y formación médica ofrece excelentes resultados”, afirma la Dra. Cristina Premerl, médico cirujano con formación en medicina láser de CLEI.
Algunas de estas efectivas alternativas no invasivas, que forman parte de un plan tecno-biológico, son las siguientes:
– Laser Erbio-Yag: su acción remodeladora en la piel es capaz de eliminar la capa más externa de ésta, estimulando la formación y reorganización del colágeno. Se puede aplicar en la cara, cuello, escote y manos.
– Luz Intensa pulsada: es una luz fotónica que proporciona un rejuvenecimiento uniforme del rostro, unificando el color, eliminando las rojeces, mejorando las manchas, la calidad y la textura de la piel.
– Radiofrecuencia Tripolar: ofrece, a través del calor, un sutil y delicado rejuvenecimiento, promoviendo la re-estructuración de las fibras de colágeno y combatiendo la flacidez en pocas sesiones y con mantenimientos regulares.
– Plasma Rico en Plaquetas: es un procedimiento seguro y altamente efectivo que se realiza con la misma sangre del paciente y es capaz de estimular la hidratación y elasticidad de la piel, mejorando su firmeza. Es una terapia que activa el ciclo celular de la piel a través de la colocación del plasma, altamente rico en plaquetas y proteínas llamadas Factores de Crecimiento Plaquetario. De esta forma, se promueve la producción de colágeno y elastina, los cuales aportan luminosidad a la piel y suavizan su textura.
– Toxina Botulínica: es el tratamiento más reconocido mundialmente y el más demandado en cuanto a rejuvenecimiento facial. Su éxito se debe a que previene la aparición de las arrugas, producidas por la actividad muscular. Es un procedimiento rápido y seguro en el cual se mejora la apariencia del rostro manteniendo la anatomía facial del paciente.
La combinación de estos procedimientos le permitirá al paciente combatir el envejecimiento sin necesidad de acudir a cirugías y lucir un rostro más joven y fresco, gracias a la restauración, revitalización e hidratación de la piel.