El cuerpo del Nobel de Literatura, fallecido a los 87 años, será incinerado en una ceremonia privada, según dijo su familia en un breve comunicado, sin precisar la fecha.
A la casa del novelista, situada en el exclusivo barrio del Pedregal del sur de Ciudad de México, aún no llegaban invitados en la mañana del viernes y en su puerta únicamente se observaba una patrulla policial.
Las flores, libros, dulces y otros regalos dejados el jueves por sus seguidores ya fueron recogidos desde la casa.
En total privacidad, la familia recibió la noche del jueves a algunos escritores mexicanos como Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta y Xavier Velasco, así como a otros amigos y familiares.
La viuda, Mercedes Barcha, y los hijos Rodrigo y Gonzalo, determinaron que no haya honras fúnebres a García Márquez en la funeraria donde su cuerpo fue llevado el jueves en medio de un gran despliegue policial.
A falta de conocer donde descansarán las cenizas del padre del realismo mágico, México prepara su homenaje nacional el lunes en el emblemático Palacio de Bellas Artes.
De su lado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha ofrecido a la familia de García Márquez todo el apoyo necesario por si desean que se le brinde un homenaje en su país, donde el jueves decretó tres días de luto nacional por la muerte del «más grande colombiano de todos los tiempos».
Por el momento tampoco se han dado a conocer oficialmente las causas del fallecimiento.
«Los médicos lo dirán posteriormente, supongo», se limitó a decir Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericana (FNPI) -fundada y presidida por García Márquez-, quien acompañó a María Cristina García directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, en la lectura del comunicado de la familia.
El también célebre periodista se encontraba bajo vigilancia médica en su casa de Ciudad de México desde que el pasado 8 de abril abandonó un hospital en el que estuvo ingresado ocho días por neumonía, aunque el diario mexicano El Universal asegura que también sufría una recaída y expansión del cáncer linfático que padeció 15 años atrás.
El desamparo de las letras
La muerte de uno de los autores en español más universales de la historia desató el jueves mensajes de pésame y dolor de sus colegas, políticos y admiradores en toda América Latina.
«Desde Cervantes no había habido un autor que conectara de manera tan amplia con la lengua castellana», aseguró el escritor mexicano Juan Villoro a la emisora MVS Radio desde Sitges (España).
Villoro, uno de los maestros de jóvenes periodistas en la FNPI, recalcó también el valor de la obra reporteril del Nobel.
«Sólo un periodista como García Márquez hubiera podido cubrir una noticia como su muerte», reconoció.
Este viernes llegaron desde Europa las condolencias de varios presidentes.
Mariano Rajoy, jefe del ejecutivo español, envió un telegrama en el que expresaba a nombre de su país el «más sincero afecto y admiración por el escritor imprescindible y más universal de la literatura en español de la segunda mitad del siglo XX».
De su lado, el presidente francés, François Hollande, recordó la figura de García Márquez tanto por el «impacto universal» de su obra literaria como por su combate «contra el imperialismo» en su labor periodística.
«Con García Márquez desaparece un gigante de la escritura que dio una proyección mundial a las representaciones imaginarias de todo un continente», afirmó Hollande en un comunicado.
La muerte de García Márquez agudiza este aciago año 2014 para las letras hispanas. Además del colombiano, la literatura de América Latina ha perdido este año al poeta argentino Juan Gelman y al mexicano José Emilio Pacheco, dos ganadores del premio Cervantes que también fallecieron en México. AFP
El cuerpo del Nobel de Literatura, fallecido a los 87 años, será incinerado en una ceremonia privada, según dijo su familia en un breve comunicado, sin precisar la fecha.
A la casa del novelista, situada en el exclusivo barrio del Pedregal del sur de Ciudad de México, aún no llegaban invitados en la mañana del viernes y en su puerta únicamente se observaba una patrulla policial.
Las flores, libros, dulces y otros regalos dejados el jueves por sus seguidores ya fueron recogidos desde la casa.
En total privacidad, la familia recibió la noche del jueves a algunos escritores mexicanos como Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta y Xavier Velasco, así como a otros amigos y familiares.
La viuda, Mercedes Barcha, y los hijos Rodrigo y Gonzalo, determinaron que no haya honras fúnebres a García Márquez en la funeraria donde su cuerpo fue llevado el jueves en medio de un gran despliegue policial.
A falta de conocer donde descansarán las cenizas del padre del realismo mágico, México prepara su homenaje nacional el lunes en el emblemático Palacio de Bellas Artes.
De su lado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha ofrecido a la familia de García Márquez todo el apoyo necesario por si desean que se le brinde un homenaje en su país, donde el jueves decretó tres días de luto nacional por la muerte del «más grande colombiano de todos los tiempos».
Por el momento tampoco se han dado a conocer oficialmente las causas del fallecimiento.
«Los médicos lo dirán posteriormente, supongo», se limitó a decir Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericana (FNPI) -fundada y presidida por García Márquez-, quien acompañó a María Cristina García directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, en la lectura del comunicado de la familia.
El también célebre periodista se encontraba bajo vigilancia médica en su casa de Ciudad de México desde que el pasado 8 de abril abandonó un hospital en el que estuvo ingresado ocho días por neumonía, aunque el diario mexicano El Universal asegura que también sufría una recaída y expansión del cáncer linfático que padeció 15 años atrás.
El desamparo de las letras
La muerte de uno de los autores en español más universales de la historia desató el jueves mensajes de pésame y dolor de sus colegas, políticos y admiradores en toda América Latina.
«Desde Cervantes no había habido un autor que conectara de manera tan amplia con la lengua castellana», aseguró el escritor mexicano Juan Villoro a la emisora MVS Radio desde Sitges (España).
Villoro, uno de los maestros de jóvenes periodistas en la FNPI, recalcó también el valor de la obra reporteril del Nobel.
«Sólo un periodista como García Márquez hubiera podido cubrir una noticia como su muerte», reconoció.
Este viernes llegaron desde Europa las condolencias de varios presidentes.
Mariano Rajoy, jefe del ejecutivo español, envió un telegrama en el que expresaba a nombre de su país el «más sincero afecto y admiración por el escritor imprescindible y más universal de la literatura en español de la segunda mitad del siglo XX».
De su lado, el presidente francés, François Hollande, recordó la figura de García Márquez tanto por el «impacto universal» de su obra literaria como por su combate «contra el imperialismo» en su labor periodística.
«Con García Márquez desaparece un gigante de la escritura que dio una proyección mundial a las representaciones imaginarias de todo un continente», afirmó Hollande en un comunicado.
La muerte de García Márquez agudiza este aciago año 2014 para las letras hispanas. Además del colombiano, la literatura de América Latina ha perdido este año al poeta argentino Juan Gelman y al mexicano José Emilio Pacheco, dos ganadores del premio Cervantes que también fallecieron en México. AFP