*** Rubén Blades encabezó a las primeras personas que rinden homenaje al salsero puertorriqueño
SAN JUAN.- Decenas de personas, entre ellas, el cantante panameño Rubén Blades, llegaron a San Juan a despedirse ayer del salsero puertorriqueño Cheo Feliciano en un funeral aproximado más a una fiesta de pueblo recordando sus grandes éxitos y anécdotas como ser humano.
Blades arribó a Puerto Rico en la noche del viernes, donde se encontró con la familia de Feliciano y regresó ayer al coliseo Roberto Clemente de la capital a darle el último adiós a quien fuera compañero suyo en las Estrellas de la Fania.
El artista panameño se mantuvo un tiempo con la familia de Feliciano, que incluía su viuda, Cocó, en una simulada capilla que prepararon en el centro deportivo capitalino.
Asimismo, estuvo esperando en la entrada del coliseo Roberto Clemente, Eligio «El Pollo» Padilla, para darle el último adiós al intérprete de «Amada mía», «El ratón» y «Anacaona», quien falleciera el pasado jueves en un accidente automovilístico llegando a su residencia.
«A Cheo lo vamos a recordar por su música, igual que Héctor Lavoe. Yo sé que Dios lo tiene en su santo cielo y debe estar formando un rumbón con los de la Fania», relató Padilla.
El legado
Feliciano grabó más de una veintena de discos, entre los que se destacan «Cheo» -posiblemente el más emblemático de su carrera-, «Cheo Feliciano with a little help from my friend», «Felicidades», «Looking for love», «The singer», «Mi tierra y yo», «Estampa», «Cheo Feliciano y la Rondalla Venezolana» y «Cheo Feliciano en Cuba».