¿A quién querían amedrentar con su secuestro? ¿Su entrega obedece a que lo lograron, mediante un acuerdo? Y si así fue… ¿cuál fue el acuerdo? ¿A qué se debe tanto silencio? ¿Fue un secuestro político?
Se comenta que no hay nada claro en el secuestro de la periodista, Nairobi Rosalinda Pinto González, a menos que se imponga la tesis de un ala del alto gobierno, que se podría descifrar como “operación gato encerrado”. En psicomedia se le define como un presunto “falso positivo”, ya que todos los escenarios apuntan a ello.
Ello obedece a cuestiones elementales, tales como: la no exigencia de un pago de rescate, y el trato “especial” que recibió la jefa de corresponsalías de Globovisión, situaciones estas que no son comunes en los plagios, como el que le leyeran las noticias y le dieran las tres comidas al día.
Las interrogantes obligadas en este caso son sin duda alguna: ¿A quién querían amedrentar con su secuestro? ¿Su entrega obedece a que lo lograron, mediante un acuerdo? Y si así fue… ¿cuál fue el acuerdo? ¿A qué se debe tanto silencio? ¿Fue un secuestro político? ¿Por qué un sector habla de montaje, y pone sobre la mesa, la tesis de una entrega controlada para negociar? Pronto se sabrá. Sobre la hipótesis del secuestro político, se analiza porque no hubo extorsión ni solicitud de rescate, al menos que se sepa.
La otra tesis
Aplicaría a este secuestro hasta ahora catalogado como político, el término «Síndrome de Estocolmo», bajo la perspectiva contraria, a lo que esta definición encierra como tal. Cuando Nairobi señala: “Me trataron bien, me leían las noticias y me dieron comida las tres veces al día”, hay algo que no encaja, incluso uno ve varias veces el video de su rueda de prensa es todo lo contrario a lo que ya estamos acostumbrados a ver, luego de un rescate de alguien que ha sido plagiado. La mayoría de las víctimas de plagios pierden peso y no presenta buen aspecto físico. Afortunadamente, en el caso de Pinto, ella gozaba de buena salud, no tenía ojeras ni lesiones visibles…
Entonces cabe el análisis de entorno en cuanto a que, estaríamos en presencia de “El síndrome de Estocolmo». Como se sabe, este se presente cuando “la víctima es sometida a gran presión piscológica por parte del secuestrador. La víctima siente que no puede escapar (y de verdad no puede hacerlo sin gran riesgo), se siente aislada del exterior, abandonada por la policía que no le rescata. Si no recibe seguridad del exterior la buscará en su captor, en el momento en que este muestre cierta bondad, empieza a ver solo el lado bueno de esa persona, negando poco a poco el lado que le produce miedo”. ¿Sería esta la situación de Nairobi?
Este síndrome creado por Nils Bejerot, un psicólogo que se dio a la tarea de explicar las razones que motivan a los secuestrados a defender a sus secuestradores, se aplica cuando se estudian los perfiles tanto de secuestradores como de sus rehenes una vez que se produce la entrega del plagiado. En algunos casos, los negociadores llegaron a promover esta conducta en los secuestrados para aumentar sus posibilidades de salir ilesos ante un hecho violento, pero esto complica demasiado los rescates, por lo que no se considera adecuado. ¿Se aplica a esto a lo vivido por Nairobi durante sus ocho días de cautiverio?
Cuando el río suena…
Hay que leer lo que dice mi buen amigo el profesor de la UCV, Agustín Blanco Muñoz, en su cuenta en la red social Twitter: @ablancomunoz (14 de abil de 2014): “Algún día… más temprano que tarde, conoceremos el detrás de cámara de caso #NairobiPinto. Lo más importante es que está viva…”.
Llego a la conclusión, que señalaba al principio, por cuanto no es un misterio para nadie que la mentira tiene patas cortas. Asalta la duda a muchos que todo apunta a “un falso positivo”…
DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Ahora resulta que fue Roberto Rincón de 29 años de edad, el presunto asesino de Luis Daniel Gómez Barnona y Gustavo José Giménez Soucy, quienes fueron hallados sin vida el pasado domingo en el cerro El Ávila.
JUICIO A LA NOTICIA
Mi buen amigo Ángel Monagas, tiene su propia óptica sobre la reunión en Miraflores entre la MUD y el gobierno: A menos que el presidente Maduro complazca las peticiones de Aveledo, las críticas de Ramos Allup y las razones de Henrique Capriles, definitivamente el diálogo no tendrá éxito. Si el presidente Nicolás Maduro acepta el regreso de los políticos en el exilio y libera a los políticos presos o a los presos políticos según la óptica madurista, incluido Leopoldo López, la reunión será como árbol de leva acelerando el liderazgo de ambas partes, que ayer trataron de encontrarse.
TERRORISMO Y TERRORISTAS
A Massiel Pacheco, vendedora de arepas frente al Parque del Este acusada de Terrorista, no la presentaron en tribunales y la pasaron directo al INOF.
A CALZÓN QUITAO
Wilmer Suárez
Twitter: @acalzonquitao54