El presidente Nicolás Maduro anuncia este miércoles, tras postergarlo la víspera, medidas para combatir lo que denuncia como una «ofensiva económica» opositora y a la que responsabiliza de la inflación de 57% y la aguda escasez de alimentos y productos básicos que golpean a Venezuela.
«Mañana anunciaré elementos claves para destrabar mecanismos burocráticos para agilizar mecanismos que nos lleven a la inversión productiva», dijo el presidente la noche del martes durante su programa radial «En contacto con Maduro», en el que nuevamente arremetió contra lo que describe como «burguesía parasitaria».
El presidente socialista, que enfrenta desde hace más de dos meses violentas protestas opositoras desatadas por la inseguridad y alimentadas por el descontento ante la crisis económica, prometió que detallará las acciones para fomentar la producción y frenar la especulación y acaparamiento de productos.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo pero con un débil aparato productivo, es altamente dependiente de las importaciones, principalmente de alimentos y productos básicos, que escasean de manera crónica.
Mercados cosmopolitas pero semivacíos
Para surtir su despensa, el venezolano de a pie se lanza cotidianamente a un recorrido de supermercado en supermercado para, luego de realizar filas por horas, obtener –si tuvo suerte– leche uruguaya, carne nicaragüense, pescado chileno, café brasileño, harina canadiense, toallas desechables colombianas o papel higiénico estadounidense.
«Tenemos que producir en Venezuela todo. Tenemos que acabar con la economía de puerto. Los estoy convocando para producir, para trabajar (…) Aquel capital internacional que esté en Venezuela y quiera trabajar, pues llegó la hora», añadió Maduro tras condenar el modelo rentista petrolero que ha sido el eje de la economía venezolana desde hace décadas.
Los productos de la canasta básica, que escasean a razón de uno de cada cuatro, son vendidos a precios controlados que resultan ínfimos comparados con el mercado internacional, lo que ha propiciado un tráfico de mercancías hacia la vecina Colombia y que Maduro prometió derrotar.
El presidente, que tiene en agenda una reunión con su gabinete económico para después del medio día de este miércoles, también anunció que seguirán las inspecciones de comercios para hacer valer la denominada ley de «precio justo», decretada por Maduro a finales de 2013 y que llevó a rebajas compulsivas de todo tipo productos, desde electrodomésticos hasta tornillos, pasando por ropa y calzado.
La ley establece un tope máximo de ganancias de 30% y se espera que este miércoles Maduro detalle el «mecanismo oficial de fijación de precios justos» e incluso difunda una lista con el valor comercial de distintos productos y bienes, incluidos automóviles.
Persiste inflación pese a controles
Sin embargo, los nuevos controles gubernamentales no han frenado el paso galopante de la inflación e incluso, denuncian comerciantes, han propiciado, junto con la sequía de dólares, que el sector de centros comerciales, antaño inmune a la escasez, se conviertan en plazas fantasmas con anaqueles vacíos y vitrinas desnudas.
Al calor de las protestas opositoras, que han dejado 41 muertos en poco más de dos meses, Maduro lanzó el 27 de febrero un diálogo nacional de paz con distintos sectores, entre ellos el privado, en un inédito encuentro con dirigentes de las cúpulas empresariales en el palacio presidencial de Miraflores.
Tras meses de un duro intercambio de ataques en los medios, gobierno y empresarios moderaron su tono en las últimas semanas y celebraron encuentros públicos y privados, Maduro volvió a endurecer su tono el martes con la advertencia de que no escuchen «malos consejos» de la patronal Fedecámaras y advirtió que habrá nuevas inspecciones de precios.
La perspectiva de nuevas «fiscalizaciones» desató la preocupación del privado Consejo Nacional del Comercio y los Servicios, que ha subrayado que «antes que multas y cierres», es necesario mayor información para que el sector no se vea más afectado por estas reglamentaciones, que tienen confundidos a muchos comerciantes.
Venezuela cerró 2013 con una inflación de 56,2%, récord en el chavismo y la mayor de América Latina, y con un PIB de 1,6% (muy por debajo del 6% previsto) y para 2014 el presupuesto contempla un alza de 4 puntos, aunque el Fondo Monetario Internacional, en una proyección muy criticada por el chavismo, estima una contracción de 0,5%
AFP