General Motors (GM) advirtió hoy que no ve una «resolución» a corto plazo a la situación en Venezuela, donde se ha visto obligado a suspender la producción de vehículos por las dificultades de obtener suministros, y reconoció que está «valorando» sus opciones.
Chuck Stevens, director financiero de GM, también dijo hoy al anunciar los resultados de la empresa en el primer trimestre que la situación en el conjunto de Suramérica «es más débil» de lo previsto hace tres meses y que ahora el fabricante no espera que los resultados del mercado mejoren los conseguidos en 2013.
«Nuestra previsión a principios de año era que Suramérica mejoraría con respecto al año pasado. Eso no va a pasar. No vamos a tener una mejora anual en Suramérica. No vemos resolución en Venezuela en el corto plazo», dijo Stevens durante una conferencia telefónica con analistas financieros.
GM dijo hoy que sus ingresos en la región se redujeron un 18 % durante el primer trimestre y se situaron en 3.025 millones de dólares. La empresa asumió un cargo de 400 millones de dólares por la devaluación del bolívar venezolano y la suspensión de su producción en el país.
Las pérdidas antes de intereses e impuestos de Suramérica durante el periodo ascendieron a 200 millones de dólares.
«Nos gusta Venezuela cuando funciona con normalidad. No ha estado funcionando con normalidad desde los últimos tres trimestres. Obviamente eso ha impactado nuestros resultados. No vemos una resolución en el corto plazo», explicó Stevens.
«Seguimos trabajando estrechamente a través del Gobierno brasileño y también directamente con el venezolano para tratar de determinar cuándo las cosas volverán a algún nivel de normalidad que permita producir y vender vehículos» continuó.
«Puede ser un mercado muy constructivo. Estamos valorando nuestras opciones muy cuidadosamente. Si hay una oportunidad en el futuro de un cierto negocio normal, desde luego no queremos abandonar para luego volver. Eso se ha demostrado que no es un buen resultado. Pero tenemos que seguir vigilándolo», terminó señalando. EFE