“En la mayoría de las edificaciones bomberiles, faltan: Unidades de rescate, cisternas y elevación (escaleras), ambulancias, ya que la que existen tienen al menos 10 años de uso”
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com
A nuestra mesa de trabajo han llegado dos denuncias que se hacen imperiosas hacerlas conocer al Estado venezolano, ya que ellas van en detrimento de la atención, por una parte a nuestros enfermos y por la otra a la seguridad que debe obtener nuestro pueblo, en caso de un hecho imprevisto que puede convertirse en tragedia nacional.
La primera es relativa a la atención que reciben pacientes y enfermos, que deben ir en busca de fármacos que debería suministrar la Farmacia de Medicamentos de Alto Costo del Instituto Venezolano del Seguro Social, ubicado en la Zona Industrial de Los Ruices, entre 2da y 3ra trasversal, en Caracas. La denuncia tiene como base principal el tiempo que han de esperar para ser atendidos y que en muchos casos han llega a ocho o más horas, muchas de ellas parado, ya que no hay asientos suficientes para recibir a los miles de familiares o enfermos que acuden a la farmacia ya mencionada, en busca de tan necesarios medicamentos para la supervivencia de esos aquejados de alguna mal corporal. Ellos opinan que ese hecho se debe a la poca o casi nula atención que prestan los empleados que se la pasan hablando y jugando con sus celulares y a la nula supervisión de los mismos por parte de los que deben hacerla.
La segunda tiene que ver con la poca a nula dotación que tienen los cuerpos de bomberos y bomberas en la casi totalidad de los estados, municipios y universitarios del país. Y es que los afectados están cansados de buscar soluciones por intermedio de los gobernantes de sus regiones sin ningún tipo de resultado y previendo de que no vuelvan a suceder, nunca más en Venezuela, hechos como lo acontecido en la población del Caroní, en donde por no tener una dotación acorde –allí se dispone de una sola unidad-, no pudieron atender de inmediato una segunda emergencia, ocasionado un gran daño a los comerciantes de la zona y dando gracias a Dios que no tuvieron pérdidas de vidas, las cuales bien pudieron haber ocurrido.
En la queja, nos informan, que en la mayoría de las edificaciones bomberiles, faltan: Unidades de rescate, cisternas y elevación (escaleras), ambulancias, ya que la que existen tienen al menos 10 años de uso. De la misma forma nos hacen saber que hacen falta equipos de protección personal, seguro de vida a los funcionarios bomberiles, presupuestos para la reparación de unidades y los repuestos para poder recuperar las dañadas.
Quienes conocemos la utilidad que prestan a sus comunidades los bomberos y bomberas, como es el caso del que escribe esta nota, sentimos un gran pesar al saber cómo se van anulados muchas instituciones bomberiles por el descuido de quienes deben velar por la seguridad de los que vivimos en Venezuela.
La presentes denuncias son hechas con la conciencia que deben ser tomadas en cuentas ya que mi condición de haber sido bombero (teniente coronel), nos pone al lado del necesitado, sea cualquiera el caso en donde se juegue la salud y la vida de nuestros compatriotas.
A lo mejor un prominente comandante de bombero me volverá a decir: “que entre bombero no nos pisamos la maguera” y desde ya le respondo que ante la injusticia siempre impera la verdad y la razón del resguardo de la vida de cualquier ser humano.