El secretario de Defensa norteamericano Chuck Hagel dijo el jueves que las agresiones sexuales son una amenaza para las mujeres y hombres de uniforme y que el Pentágono debe hacer más para combatir una cultura que desalienta a las víctimas de denunciar las agresiones.
Las denuncias de agresiones sexuales entre los militares aumentaron 50% después que el Pentágono lanzó una vigorosa campaña para alentar a las víctimas a denunciar los hechos, según el informe anual del Pentágono sobre agresiones sexuales dado a conocer el jueves.
Hagel dijo que ha ordenado seis iniciativas nuevas, como esfuerzos para que más víctimas masculinas denuncien agresiones sexuales, así como revisar las ventas de alcohol. Indicó que la revisión debe considerar los riesgos del uso de alcohol como arma por los depredadores.
Los datos finales obtenidos por The Associated Press indican que 14 % de las denuncias el año pasado fueron presentadas por hombres.
Funcionarios de Defensa dijeron el miércoles que alentar a más hombres a denunciar agresiones sexuales es complicado porque muchas veces se preocupan de que los demás puedan pensar que son débiles y suscitar dudas sobre su orientación sexual. Pero en la mayoría de los casos la orientación sexual no tienen nada que ver con la agresión y es más una cuestión de poder o de abuso.
«Todavía existe la impresión errónea de que es una cuestión femenina y un delito contra las mujeres», dijo Nate Balbreath, asesor ejecutivo de la Oficina de Prevención de Agresión Sexual del Pentágono. «Es descorazonador que tengamos tal diferencia entre los géneros y cómo optan por denunciar».
Hagel ha exhortado a los servicios militares a impulsar esfuerzos para alentar a los soldados a intervenir en casos de agresión sexual y trabajar con las bases militares y comunidades locales para capacitar mejor a los empleados de los bares y promover una venta más responsable de bebidas alcohólicas. Según las autoridades, el alcohol fue un factor en casi dos terceras partes de los casos.
Durante los últimos dos años, los servicios militares han tratado de crear una mayor conciencia sobre el problema y los programas de tratamiento para inspirar más confianza en el sistema y hacer que las víctimas denuncien los delitos. En las bases militares se han colocado de manera visible números telefónicos e información de contacto, especialmente en los baños. Y altos jefes militares han viajado a bases en todo el mundo.
Según la definición militar, una agresión sexual puede abarcar muchas conductas, desde toqueteos hasta sodomía y violación.
AP