Arrebatos en las paradas de autobuses, atracos dentro de las camionetas, secuestros y robos en los apartamentos están a la orden del día, lo que mantiene en zozobra a los habitantes de la urbanización Palo Verde del municipio Sucre del estado Miranda
Antes los constantes hechos de violencia ejecutados contra la comunidad, estimulados por la falta de policías y planes de seguridad ineficientes, vecinos de Palo Verde y Lomas del Ávila, se organizaron para enfrentar a los delincuentes.
Gracias a esa articulación, en lo que va de año los habitantes de esos urbanismos del municipio Sucre han logrado atrapar a seis asaltantes.
Hampa desatada
Para ejemplificar lo que diariamente padecen, citaron dos hechos ocurridos hace dos días: El primer suceso fue en horas de la mañana del martes, cuando cuatro delincuentes ingresaron a la Quinta Santa Rita, ubicada en la calle 8, manzana 16. Los sujetos fueron sorprendidos por funcionarios del Cicpc, cuando mantenían secuestrados a los residentes de la casa para robarles sus pertenencias, liquidando a dos de los victimarios. El segundo se registró a las 8:30 de la noche, cuando un sujeto de 22 años de edad, sorprendió a un motorizado y en el momento en que le hurtaba sus pertenencias, fue interceptado por vecinos del sector, quienes hicieron justicia por su propias manos, quitándole su ropa y golpeándolo. Posteriormente, el delincuente fue entregado a las autoridades.
Calles 6, 8 y 12
las más atacadas
América Trujillo, vocera del Consejo Bolivariano de Palo Verde, aseguro que, “las calles 6 y 8 son horrorosas, la cosa es grave a partir de las 4:30 de la tarde, empiezan a robar. A las mujeres las golpean por quitarle los celulares, en la calle 10 se aplacó la situación porque colocaron un puesto de la Guardia Nacional Bolivariana. Muchas calles han cerrado porque ya no aguantan tanta delincuencia”.
Por su parte, María Auxiliadora, habitante del sector, aseguró que la calle 12 de Lomas del Ávila, es una de las más temidas por la comunidad: “Todos los días hay un atraco, los motorizados pasan y le arrancan las carteras a las señoras que esperan en las camionetas, le llevan los celulares. Eso es a cualquier hora del día, aquí ya no hay respeto a nada”.
“Todos los días uno se entera de algo nuevo, los motorizados pasan y le arrancan las carteras a las señoras que esperan en las camionetas, lo que también pasa con los muchachos que están saliendo de clases, se le llevan los celulares y hasta los morrales. Eso es a cualquier hora del día, aquí ya no hay respeto a nada”, se quejó Maritza Cartagena, vecina y comerciante.
Medidas de seguridad
Azotada por la delincuencia, en la comunidad de Palo Verde según señalan los vecinos, durante las reuniones y asambleas comunales han implementado medidas de seguridad como forma de evitar ser víctimas del hampa. “Estamos implementando una red de contacto, para que principalmente nos conozcamos todos los vecinos de la comunidad y así poder identificar a los extraños”.
Así lo dio a conocer Alberto Rodríguez, vecino del sector, agregando que, “tenemos un sistema de alerta temprana, el cual ha funcionado porque utilizan pitos y una vez escuchados, los vecinos salen a la calle a ver qué sucede. Esto hace que los habitantes tomen las calles ante la delincuencia que todavía sigue hostigando”.
Llamado de auxilio
Aunque los habitantes consideran que las alcabalas que realiza la Guardia Nacional Bolivariana son “extraordinarias”, señalaron que éstas no serán efectivas si no son ejecutadas a diario o de forma permanente, pues actualmente sólo prestan el servicio los fines de semana, por lo que hacen un llamado de auxilio a las autoridades competentes para que ejerzan mayor control en la zona.
“Necesitamos que la seguridad se instale aquí, porque el hampa no es de a raticos. Y es bueno decirle al señor alcalde Carlos Ocariz que la delincuencia no discrimina, necesitamos que le preste atención a la problemática que ésta presentando la comunidad”, expresó Dimax Escalona, habitante del sector.
“Carencias y necesidades
no tienen color político”
Eurídice Guerra, miembro de la Asociación Civil Palo Verde Activo, aseveró que “no hay compromiso con nuestra comunidad, hay falta de voluntad política por parte de los gobiernos para abocarse a los problemas más sentidos que presenta la comunidad. Lastimosamente hemos llegado a una situación donde las autoridades no asumen responsabilidades”.
Indicó que geográficamente Palo Verde y Lomas del Ávila, le competen a cuatro niveles de gobierno: Alcaldía Metropolitana, Alcaldía del municipio Sucre, Gobernación de Miranda y Gobierno Nacional. “Las carencia y las necesidades no tienen color político, cuándo los gobernantes entiendan esto, habrá un cambio en nuestro país”.
Agregó que adicionalmente a los problemas delictivos que presenta la comunidad se suman “el problema de basura y la falta de agua potable tres veces por semana. Todo esto nos afecta a todos por igual. Los problemas que nosotros tenemos son innumerables, tenemos problemas de tráfico, economía informal, hay un desorden urbano bastante notorio”.
“Esas son acciones que conllevan a que una comunidad deje de creer en los gobiernos, porque los problemas se los pelotean. Hoy día nos une el mismo sentimiento, tanto a barrios como urbanizaciones, porque tenemos similitudes, nos sentimos abandonados y estamos a la buena de Dios. Nosotros estamos asumiendo responsabilidades que son competencia de los gobiernos. Cuando necesitan votos se acuerdan de la comunidad pero cuando están en el poder se olvidan”, expresó Guerra.
Ahogados en
basura, moscas
y gusanos
Dimax Gustavo Escalona Valero, vecino de la urbanización Lomas del Ávila, informó que, “tenemos problemas de basura, es muy preocupante, debido a que no la recogen. Quien se acerque y haga visita a la zona se dará cuenta que hay basura por todos lados. La Alcaldía de Sucre no presta servicio, y no da respuesta ante tanta problemática que presentamos los habitantes de Palo Verde y Lomas del Ávila”.
“Estamos ahogados en basura, moscas y gusanos. No podemos abrir las ventanas de nuestros apartamentos porque entran las moscas como avispas a un panal”, así lo dio a conocer Maria Auxiliadora, vecina del sector.
Vecinos agregaron que los olores son bastante desagradables, “a las empleadas domésticas les toca que regar creolina para correr los gusanos porque parecen alfombra en las entradas de los edificios y por las paredes de los apartamentos”.
Antes situación, habitantes hacen llamado al alcalde Carlos Ocariz: “le hemos tuitiado al Alcalde, pero no se presenta a dar respuesta. Las autoridades tienen que hacer algo para resolver el problema, porque los vecinos estamos cansados de presentar los mismos problemas todos los días”.
Shirley Zambrano