Para el mandatario estadounidense es crucial escenificar la unidad con Alemania en plena escalada de la tensión en Ucrania
El presidente de EE.UU., Barack Obama, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, iniciaron ayer su reunión en la Casa Blanca, una cita dominada por la persistente tensión en Ucrania y la posibilidad de aumentar las sanciones a Rusia.
Hacia las 14.00 GMT, el mandatario estadounidense recibió en el Despacho Oval a Merkel, para una reunión que está previsto que dure una hora y media y que estará seguida de una conferencia de prensa conjunta en la Rosaleda de la Casa Blanca.
Los dos líderes evitaron hacer declaraciones a la prensa que pudo entrar al Despacho Oval al comienzo del encuentro, al que también asistió el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden.
Obama ha reservado cuatro horas en su agenda de este viernes a Merkel, con la que también mantendrá un almuerzo de trabajo, en la primera visita de la canciller a Washington desde noviembre de 2011.
Para el mandatario estadounidense es crucial escenificar la unidad con Alemania en plena escalada de la tensión en Ucrania, y después de las sanciones impuestas el lunes a Rusia de forma coordinada por EE.UU. y la Unión Europea (UE).
EE.UU. ve a Merkel como una interlocutora clave con el Kremlin, si bien la canciller ha acudido a Washington preocupada por el secuestro por parte de milicias prorrusas en el este de Ucrania de cuatro alemanes que trabajan en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Este jueves, Merkel no dudó en pedir ayuda al presidente ruso, Vladímir Putin, para su liberación.
Además de su cita con Obama, la canciller alemana dará hoy un discurso en la Cámara de Comercio y se reunirá con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
Agencias