**** Resultaba ingenuo pensar que el Gobierno pondría de nuevo en cadena de radio y televisión a opositores para que salpicaran con sus acusaciones la imagen que ellos se empeñan en vender con multimillonaria propaganda
Los venezolanos hemos prestado atención a las proclamas de diálogo de los últimos días. El Gobierno sostiene que los recientes conflictos son inducidos por sectores cuyo afán es la desestabilización del país y ha llamado a dirigentes opositores a desmarcarse de ese despropósito. Los directivos de la Mesa de la Unidad hablan de encuestas que evidencian que la mayoría de los consultados quiere diálogo con el Gobierno. Y así, desde hace un mes reuniones van y reuniones vienen.
Estos encuentros no han limado el áspero verbo de Maduro, quien sigue refiriéndose a sus contertulios de manera ofensiva y les grita que quien se quiera parar de la mesa de diálogo mejor que se vaya porque él no acepta chantajes de nadie. En un principio, desde la MUD le espetaron que ellos sólo atenderían esas reuniones si eran televisadas y que sin amnistía para los presos políticos el diálogo se cancelaría.
Resultaba ingenuo pensar que el Gobierno pondría de nuevo en cadena de radio y televisión a opositores para que salpicaran con sus acusaciones la imagen que ellos se empeñan en vender con multimillonaria propaganda. Hoy es la MUD, en un raudo cambio de criterio, la que pide comprensión para la privacidad de las reuniones. Dicen que sólo la confidencialidad permitirá buenos resultados. A los presos políticos la MUD ofrece ahora buscar vías alternas porque el gobierno ha dicho que la amnistía no va y punto.
Cifra de arrestados e
imputados se multiplica
La represión sigue. Bombas lacrimógenas caen sobre ciudadanos que se creyeron el cuento de la Constitución más democrática del mundo y de la libertad de manifestar pacíficamente sin que los cuerpos de seguridad portaran armas ni gases tóxicos. Perdigonazos hacen blanco en la humanidad de niños y liceístas. Como ocurre en las guerras, algunas ciudades siguen tomadas por ejércitos de ocupación. La cifra de arrestados e imputados se multiplica. También están tras las rejas abogados que defendían a los manifestantes de los atropellos de esbirros, fiscales y malandros asociados.
El SEBIN ha entrado en escena y allanan casas en El Cafetal, San Luis, Prados del Este, Chacao y Santa Fe. Toda Caracas parece ser guarida de conspiradores. Activistas de derechos humanos y periodistas son acosados. Detienen a residentes sin orden de allanamiento. Arremeten contra menores de edad en las narices de la LOPNA. Los arrestan. Los torturan.
Estudiantes inocentes son llevados a Tocorón, como si fuesen delincuentes de alta peligrosidad. Otros son mantenidos incomunicados porque no hay quien pague las fianzas.
Magistrados pisotean la ley
Unos abogados que hacen de magistrados proscriben el derecho a manifestar. Se echan al pico, a plena luz del día, el artículo 68 de la Constitución que garantiza el libre derecho a manifestar pacíficamente. Pisotean la Ley de Partidos Políticos. Ellos son la ley. Y como que tienen razón porque ya habían privado de libertad a Daniel Ceballos y a Enzo Scarano y habían desconocido la voluntad popular al destituirlos como Alcaldes.
El “dialogante” Nicolás
El asesinato de Otaiza, bajo investigación de los organismos de seguridad, está ya resuelto en la mente y la lengua de Maduro, quien un día grita que el crimen fue planificado por sectores que tuvieron poder mediático y económico en el pasado. Otro día revela que la banda que lo acribilló era dirigida por un ex funcionario policial vinculado a la MUD. Después afirma que Otaiza fue mandado a matar desde Miami por cerebros golpistas. A todas estas, Rodríguez Torres había responsabilizado al hampa común.
Y como para que los de la MUD no se confundan con él, Maduro advierte que el día que tenga que ir a la oposición, con sus camaradas trabajadores paralizará la industria petrolera, mantendrán el país en huelga y se alzarán en armas. Dialogante el tercio.
Nos quedamos sin gasolina
Esta última semana las colas en las calles cercanas a bombas de gasolina fueron interminables. También frustrantes porque después de tanto esperar, al llegar a hablar con los bomberos la respuesta era NO HAY. Los rumores eran de todo tipo. En panaderías y cafeterías se aplicaba la lógica de la escasez de otros productos: “será que ahora sí van a subir el precio de la gasolina”. Lo cierto es que el problema es serio. El país con las más altas reservas gasíferas del planeta le compra gas a Colombia. Más que eso. Esta potencia petrolera le compra gasolina y diésel a USA, al propio imperio. Cuando creíamos que teníamos petróleo de sobra porque hasta se le regala a Cuba y a otros aliados, resulta que las refinerías andan choretas, no se le paga a transportistas y proveedores y los gerentes de PDVSA politiqueando. Por eso la falla en la distribución de gasolina.
Plan de Derechos Humanos
El gobierno anunció la creación de un Plan de Derechos Humanos. No se entiende muy bien la oferta porque el país creía que existía uno pero que no se cumplía. Resulta que Arreaza y Maduro andan en la tarea de reivindicar a las víctimas del 11 de abril. No sabemos si se refieren a los venezolanos fallecidos por disparos hechos por la Policía Metropolitana. O si también aluden a los muchos que fueron muertos ese día por disparos que se hicieron desde Puente Llaguno y otros sitios por activistas oficialistas, lo que está perfectamente documentado. Tampoco sabemos si esta promesa beneficiará a los familiares de las decenas de asesinados el 4 de febrero de 1992 en el golpe montado por Chávez. ¿Quedarán afuera los muertos del 27 de noviembre, del golpe dirigido por los otros chavistas? Ojalá no se olviden de las familias de los 25.000 asesinados por el malandraje el año pasado y de los otros 240.000 asesinados en los primeros catorce años de este gobierno. A menos que para los dirigentes del PSUV haya muertos de primera, los suyos, y los demás sean simplemente escuálidos.
La voz de Claudio
Claudio Fermín
Twitter: @claudioefermin