*** Modelo exitoso y a eso se debe el asedio imperial
En recientes declaraciones de prensa recogidas en el diario La Voz, el gobernador del estado Miranda, Capriles Radonski, sostuvo que el chavismo es un modelo fracasado e “insistió en la necesidad de un cambio en el modelo para que el país pueda avanzar”. Declaraciones de igual tenor se la atribuyen personeros y voceros de la oposición que, en ningún caso, señalan como alternativa el modelo capitalista; esa es una constante de quienes defienden el capitalismo, nunca lo asumen expresamente, conscientes como están de la condición de explotación y discriminatoria que le es característica.
El chavismo, teniendo por tal la propuesta teórica y de acción que fue formulando el Comandante Chávez en su desarrollo vital, de estudio de la realidad histórico-social del país y del contexto político internacional, asume, por el contrario, el socialismo, más concretamente, el socialismo bolivariano del Siglo XXI, como el modelo liberador, a seguir, para desarrollar toda nuestra potencialidad como país, en aras de alcanzar “la mayor suma de felicidad posible” para nuestro pueblo y pueblos hermanos.
Dos lecturas del país
Es evidente que estamos frente a dos lecturas del país, una, que considera que la Venezuela actual está sumida en el caos, que transita por un despeñadero, que tiene muy preocupado tanto a Obama como a Capriles, Leopoldo López y María Machado, pasando por los conspicuos personeros de la derecha continental, Vargas Llosa, Uribe Vélez y compañía.
Otra, en nuestro particular juicio, simplemente, la real, que se sintetiza en los reconocimientos que Instituciones, para nada influenciadas por el chavismo, como la UNESCO y la FAO, adscritas a la Organización de las Naciones Unidas, le hacen a la Venezuela actual, como el país que más ha avanzado en los logros de los objetivos del milenio para el 2015 (combate al hambre, acceso al agua potable, erradicación del analfabetismo, acceso a la salud, etc,). Para la FAO, por ejemplo, la distribución masiva de alimentos, a bajos precios, que se hace en Venezuela (red mercal, pedeval, bicentenarios, etc) constituye referencias modélicas para el resto del mundo.
Y esto es lo concreto, mientras en los Estados Unidos, cúpula del capitalismo mundial, crece la pobreza (ya hay más de 40 millones de pobres- alrededor del 15% de la población- que nunca tienen presencia mediática ni exhibidos en los grandes centros comerciales) en Venezuela, en los 15 años de gobierno chavista, se ha reducido la pobreza, y seguimos avanzando, concienzudamente, para su erradicación definitiva hacia el 2019, como lo reafirma, en cada oportunidad, el Presidente Nicolás Maduro, continuador de la obra del Comandante Chávez.
Las Misiones y Grandes Misiones Sociales, implementadas por el gobierno bolivariano, son grandes políticas concebidas en un amplio abanico social (educativo, salud, viviendas, alimentación, deportivo, cultural, madres del barrio, personas con discapacidad, niños de la calle, formación para el trabajo, conservación del ambiente, etc,.) que denotan, al mismo tiempo, la naturaleza redentora del chavismo y su definida orientación humanista; la distribución de la riqueza nacional (62% del presupuesto para la inversión social) es el mejor indicador del rumbo socialista que le marcó Chávez a su modelo; el capitalismo, por su propia lógica de apropiación individual de la riqueza, pública o privada, tiende a un modelo de sociedad desigual, deshumanizado, por ello, imperante en el mundo, tiene sumido en la más abyecta pobreza a más de 2 mil millones de seres humanos.
Tío Sam desesperado
Los adversarios tanto locales como extralocales daban por descontado que con la desaparición física del Comandante desaparecía, con él, el chavismo, vana ilusión que los contrasta, una vez más, con la realidad. Los analistas del imperio, y menos sus oráculos locales, no han dado “pie con bolas” con lo que acontece en este país; al subestimar a Chávez y, por supuesto, a su equipo, han optado por darle rienda suelta a sus deseos, esos que, por cierto, no “preñan”, y, en consecuencia, a cometer muchos errores, que, como sabemos, en política, se pagan caros.
Tienen 15 años de desaciertos, en la puja electoral y en la vía subversiva, han probado todos sus artificios, fracasando estrepitosamente; el guarimbeo es una muestra. El Tío Sam, con Obama, Kerry y la Roberta Jacobson a la cabeza, más que preocupado por la suerte de nuestro país, está desesperado, al observar como el chavismo se afirma, como Proyecto Político, no sólo en Venezuela sino en su proyección en el Continente Nuestroamericano; mientras, sienten, en contrapartida, como la tradicional influencia estadounidense declina. En vez de replantearse una relación constructiva con la Venezuela chavista y, por extensión, con los gobiernos y pueblos hermanos, el imperialismo, persiste en la torpe política de asediarnos y violentar las más elementales normas de convivencia, esa es su naturaleza; el vil asesinato del compatriota Eliécer Otaiza , ordenado desde el Norte, habla por sí sólo; es un “mensaje a García” que, como siempre, nuestro pueblo sabrá interpretar. La sustentabilidad del Proyecto chavista será tema de próxima entrega.
Elocuente éxito
en lo político
Pero, si, además de lo social, nos paseamos por lo político, se pone de relieve, claramente, lo exitoso que ha resultado ser el modelo diseñado por Chávez, al saber descifrar los códigos que le permitieron comunicarse e identificarse con el desesperanzado pueblo venezolano de los umbrales del siglo XXI.
Los triunfos alcanzados en 18 de 19 elecciones realizadas en el país en los últimos 15 años, señalan el signo exitoso del Proyecto chavista, incluso el hecho mismo de que el sucesor en la Presidencia de la República sea un “hijo de Chávez” ya es un indicador elocuente en ese sentido
Notas paralelas
Miguel Ugas