Una docena de cadáveres fueron rescatados hasta el domingo tras un accidente en una mina ilegal de oro en una zona del suroeste colombiano, donde las autoridades intentan frenar severos problemas sociales a raíz de la «fiebre del oro».
Los rescatistas seguían removiendo miles de metros cúbicos de tierra en busca de al menos otros cuatro mineros que estarían enterrados luego del derrumbe de la mina a cielo abierto Agua Limpia, ocurrido la noche del miércoles en el municipio Santander de Quilichao, informó telefónicamente Eduardo Grijalba, alcalde de ese poblado, a unos 315 kilómetros al suroeste de Bogotá.
«Hay tristeza entre las familias (de las víctimas). Lamentamos mucho no haber podido rescatar todos los cadáveres. pero hemos tenido múltiples problemas» que han retardado las operaciones de rescate, señaló Grijalba a The Associated Press.
El alcalde explicó que superada esta emergencia, la prioridad será evitar que hechos similares se repitan en cualquiera de las otras 40 minas ilegales presentes en su municipio. Destacó que ya exigió al gobierno del presidente Juan Manuel Santos combatir la explotación ilícita de metales, de la cual las bandas narcotraficantes y las guerrillas se benefician.
También se mostró preocupado por los problemas conexos a la minería ilegal. «Hay gente (proveniente de otros lugares del país) que viene con la fiebre el oro, creyendo que con eso se va a lucrar y mire lo que encuentran: hay descomposición social por asuntos como la prostitución juvenil, la drogadicción y el alcoholismo».