Los expertos británicos llegaron el viernes a Nigeria para asesorar al Gobierno sobre cómo hallar y rescatar a 200 jóvenes estudiantes secuestradas por insurgentes islamistas el mes pasado en un ataque que, junto a la lenta respuesta de las autoridades, ha provocado la ira internacional.
La sangrienta lucha de los rebeldes del grupo Boko Haram por un Estado islámico ha acabado con la vida de miles de personas desde mediados del 2009 y ha desestabilizado vastos territorios del noreste del principal productor de petróleo de Africa, así como de los vecinos Camerún y Nigeria.
El 14 de abril, militantes entraron a una escuela secundaria en la aldea de Chibok, cerca de la frontera con Camerún, y secuestraron a las niñas, que realizaban un examen en ese momento. Desde entonces, cincuenta de ellas han escapado a sus captores, pero más de 200 permanecen capturadas por los insurgentes.
El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, prometió el jueves que encontraría a las niñas, pero la crisis opacó su discurso de apertura de un Foro Económico Mundial que pretendía destacar las oportunidades de inversión en la mayor economía de Africa.
El equipo está compuesto por diplomáticos, rescatistas y funcionarios del Ministerio de Defensa.
La revuelta ha provocado el desplazamiento de más de 250.000 personas en Nigeria y 60.000 han huido del país, dijo el viernes en Ginebra el portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados, Adrian Edwards.
La agencia de refugiados de la ONU está «alarmada por la ola reciente de ataques contra civiles», sostuvo.
Un ataque de militantes en el poblado comercial de Gamburu el lunes por la mañana provocó la muerte de al menos 125 personas, dijo la policía.
Agencias