Noel Álvarez *
La Ley de Desarme sigue siendo un enigma, no sabemos cuántas armas ilegales están en mano de los malandros, tampoco conocemos cuántas se han decomisada ni cuantas han entregado los que se hayan acogido al plan de paz. Lo que sí sabemos es que paz no hay.
Twitter: @alvareznv
Por más que relancen con fines mediáticos el Plan Patria Segura, nadie está seguro en el país. Cada cierto tiempo el gobierno apela a la maquinaria de propaganda y en rueda de prensa revela el éxito de sus políticas en materia de seguridad, anuncia cifras que la realidad desmiente y sostiene que la policía ahora es socialista, humanista y pide confianza, como que si el carácter ideológico representara efectividad en la lucha contra el hampa. Lamentamos que así sea, pero hasta ahora los esfuerzos que se han hecho y, por supuesto no niego que se hayan llevado adelante reuniones y coordinación de los cuerpos de seguridad estatales, el resultado no es el que necesitamos. Todas las semanas las cifras de asesinatos, en su mayoría víctimas de armas de fuego, siguen siendo alarmantes. Si a esto le sumamos los secuestros, robos de vehículos, hurtos no podemos concluir otra cosa: el hampa sigue ganando.
Preocupa la cantidad de personas que denuncian en las redes sociales haber sido secuestradas por agentes policiales, la mayoría lo hace en Twitter o en Facebook y no la formaliza ante los órganos competentes por miedo a que el remedio sea peor que la enfermedad. Es necesario que los jefes policiales y el Ministro del Interior ordenen un minucioso trabajo de inteligencia para confirmar las denuncias y poder castigar a los responsables de tal atrocidad, gravísima porque no solo el delito per se es condenable sino que el hecho de utilizar el rol que desempeñan para facilitarse el trabajo es absolutamente condenable, arriesga la institución, la credibilidad que debería tener el ciudadano en quienes están para preservar la vida y la seguridad de sus bienes.
La Ley de Desarme sigue siendo un enigma, no sabemos cuántas armas ilegales están en mano de los malandros, tampoco conocemos cuántas se han decomisada ni cuantas han entregado los que se hayan acogido al plan de paz. Lo que sí sabemos es que paz no hay. Además hay que preguntar de dónde provienen las armas, quien le suministra las balas, por qué tanta impunidad. Definitivamente falta mucho, pero hay que acelerar todo lo que conduzca a dar seguridad, a garantizar el derecho a la vida que es el más preciado y el más vulnerado.
Insistimos, no basta que en ruedas de prensa, cadenas de radio y televisión anuncien las distintas etapas del Plan Patria Segura, porque nadie está seguro ni en la calle ni en la casa, ni de noche ni de día. Hay que hacer un esfuerzo mayor, sincerar la situación, actuar, convocar a los expertos y tomarse en serio esta materia prioritaria. Ahora que tanto se ufanan de haber “liberado” territorios en el país, lo que solo podemos hacer los ciudadanos es clamar que nos liberen del hampa.
* Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente