Recientemente el gobierno ha aceptado públicamente que es un error no incluir en la planificación del Estado al sector productivo y por ello ha instalado mesas de diálogo con éstos para hacer las paces, nos preguntamos ¿Tuvimos que llegar a la Venezuela de hoy, donde no hay ni papel higiénico, para que el gobierno corrigiera?
Leandro Rodríguez Linárez
El hecho que seamos un país petrolero con casi una década de precios históricamente altos del barril y que en el país escasee el gas doméstico es una demostración de lo fatídico que han significado para Venezuela sus políticas económicas.
El modelo económico auspiciado por Chávez, excluyente del sector privado, es un modelo que jamás ha funcionado en los países donde se ha intentado implementar, a pesar de las advertencias propias y extrañas siguió adelante con su ensayo, lamentablemente hoy día estamos pagando con creces las consecuencias.
Su sucesor, Maduro, continuó en su primer año como presidente con el mismo caduco esquema, lo que ha significado el agravamiento de flagelos sociales heredados como inflación, escasez, carencia de empleos formales y la subsiguiente inseguridad. Ahora bien, recientemente el gobierno ha aceptado públicamente que es un error no incluir en la planificación del Estado al sector productivo y por ello ha instalado mesas de diálogo con éstos para hacer las paces, nos preguntamos ¿Tuvimos que llegar a la Venezuela de hoy, donde no hay ni papel higiénico, para que el gobierno corrigiera?
Otra interrogante capciosa ¿Cómo estuviera Venezuela hoy sí desde hace 15 años se hubiera apoyado al sector productivo nacional y se hubiese invertido la renta petrolera no en importaciones sino en áreas vitales como educación, infraestructura, salud, ciencia, tecnología y turismo? Así mismo, imagínese sí en vez de condenar a los más humildes con capacidad laboral a esclavizantes ayudas económicas se les hubiese dado la oportunidad para desarrollar habilidades y fortalezas productivas tendentes a desarrollarse integralmente y no depender del gobierno ¿cómo estarían hoy? ¡Definitivamente nuestro país fuera uno muy distinto al purgatorio en que se ha convertido!
Como venezolano reflexiono y revivo todo lo que hemos tenido que padecer los habitantes de este país los últimos 15 años, divididos, masacrados por el hampa, obligados hacer humillantes colas para comprar productos básicos, sobreviviendo a la abominable inflación, a los moribundos servicios públicos… finalmente me hago la necesaria interrogante la cual pido a usted estimado lector también responda desde sus más sinceros adentros ¿El gobierno debe corregir o irse del poder? Es decir ¿Merece el gobierno, con su mismo equipo, con sus mismos asesores, con sus mismos líderes recibir el perdón por los dantescos errores cometidos y comenzar en un borrón y cuenta cómo sí todo lo sufrido no hubiese pasado?