La guerrilla comunista de las FARC y el gobierno colombiano retomaron con “optimismo” este lunes los diálogos de paz en La Habana, pero inquietos por el espionaje a las comunicaciones de ambas partes.
“Somos insurgentes y sabemos que el Estado y el régimen y todos los actores sociales que nos adversan desde que empezó la confrontación, acuden al espionaje“, dijo a la prensa Andrés París, uno de los delegados de paz de las Farc, sobre la interceptación de correos electrónicos.
La Fiscalía colombiana acusó la semana pasada al experto informático Andrés Sepúlveda de haber interceptado correos del presidente Juan Manuel Santos y de las Farc, lo que el mandatario atribuyó en una entrevista con la AFP a un intento de “envenenar” el proceso de paz.
“Lo que estamos presenciando es el espionaje contra el conjunto de la sociedad colombiana”, dijo París, quien expresó que la guerrilla tiene “voluntad de avanzar lo más rápidamente posible” en la discusión sobre drogas ilícitas, tercero de los seis puntos de la agenda de paz.
“Las contradicciones son menores, es un deseo muy grande de darle conclusión a ese punto” de drogas, “por eso el optimismo de Andrés”, declaró Jesús Santrich, otro delegado de las FARC.
Ambas partes, que volvieron a la mesa de pláticas tras un receso de ocho días, han consensuado hasta ahora los dos primeros puntos de la agenda, reforma rural y participación política.