Víctima fue trasladada por el copiloto hasta la sede de los Bomberos de San Antonio de los Altos, donde ingresó sin signos vitales
LOS TEQUES. El derrumbe en el kilómetro 5 de la carretera Panamericana fue el cómplice ideal para los homicidas de Wilson López Coronel, quienes aprovecharon que tuvo que orillar el vehículo en el que se trasladaba, para dispararle por la ventanilla.
Testigos del hecho indicaron que el hoy occiso conducía un camión por la referida arteria vial, mientras que su asesino iba de parrillero en una motocicleta. La víctima se percató de que desde el vehículo de dos ruedas le hacían cambio de luces, y como el tráfico estaba lento por el montículo de tierra, se apartó para darles paso.
El parrillero desenfundó el arma y disparó en múltiples oportunidades contra el vehículo, logrando herirlo mortalmente en el rostro para posteriormente darse a la fuga.
El copiloto del camión logró conducir hasta el puesto de la Guardia Nacional Bolivariana más cercana, desde donde se trasladaron hasta la sede de los Bomberos de San Antonio de los Altos, donde ingresó sin signos vitales.
Un equipo de forenses del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas se encargó de llevar el cadáver hasta la medicatura. En predios de la sede de los Bomberos, se conoció que las investigaciones se iniciarán para determinar el móvil del crimen, aunque por las condiciones en que ocurrió se presume se trató de un asunto personal y no de un robo.
El hecho se produjo aproximadamente a las 10 y 30 de la mañana, lo que produjo un fuerte retraso vehicular en la Panamericana.
Carlos Peña