Una mujer de 49 años fue curada de un cáncer de médula ósea tras la inyección de una dosis masiva del virus modificado del sarampión, anunciaron científicos estadounidenses esta semana.
«Hemos hallado una terapia que se suministra una sola vez y cuyo resultado puede ser la remisión a largo plazo del cáncer», dijo el director del estudio, Stephen Russell, un hematólogo que codesarrolló esta terapia, publicada el miércoles en los anales de la Clínica Mayo.
«Creemos que se puede convertir en una cura de una sola dosis», señaló Russell.
La paciente fue diagnosticada con un tipo de cáncer de médula ósea llamado mieloma múltiple. Tenía un tumor en la frente y el cáncer se había extendido a lo largo de su médula ósea.
Se le administró una dosis intravenosa del virus del sarampión, conocido como MV-NIS, que es selectivamente tóxico para las células plasmáticas del mieloma.
Una dosis normal de una vacuna de sarampión contiene 10.000 unidades infecciosas del virus de sarampión. La dosis que se utilizó en este estudio contenía 100.000 millones de unidades infecciosas.
La mujer «tuvo una respuesta extraordinaria», dijo Russell.
A pesar de algunos efectos secundarios tempranos, que incluían severos dolores de cabeza, el tumor de su frente desapareció pronto y la médula ósea se limpió.
Russell dijo que la remisión del cáncer duró nueve meses. Cuando el tumor en su frente comenzó a reaparecer, los doctores lo trataron con radioterapia local.
Un informe del Minneapolis Star Tribune indicó que la mujer, ahora de 50 años, goza de buena salud y espera que el médico, a quien visitará de nuevo el mes próximo, le diga que aún sigue libre de cáncer.
Una segunda paciente en este estudio no respondió tan bien. Tenía grandes tumores en las piernas y la terapia no consiguió erradicarlos.
No obstante, los doctores lograron rastrear el camino que siguió el virus del sarampión en su cuerpo y hallaron que éste estaba de hecho atacando las áreas donde se alojaban los tumores.
Son los primeros dos estudios que se realizan con la mayor dosis posible de esta terapia, que no había funcionado hasta ahora con dosis menores.
Ambas mujeres tenían un cáncer que ya se había extendido hasta el punto de que ningún otro tratamiento era posible.
La evidencia es «convincente», dijo en un editorial John Bell, del Centro de Investigación Innovadora del Cáncer del Instituto de Investigaciones del Hospital de Ottawa.
«Son resultados emocionantes que finalmente dan validez al potencial clínico de este tipo de terapias. No obstante, aún hay mucho que investigar», escribió Bell.