Fuerzas aparentemente leales a un general renegado libio dijeron el domingo que suspendieron el Parlamento tras lanzar un ataque contra los legisladores, en un reto directo a la legitimidad del débil gobierno central años después del derrocamiento del dictador Moamar Gadafi.
El general Mojtar Farnana, hablando en un canal de la televisión libia, leyó un comunicado en que anunció la suspensión a nombre de un grupo liderado por el general Jalifa Hifter, antiguamente un general rebelde que dijo que Estados Unidos respaldó sus esfuerzos por derrocar a Gadafi en la década de 1990. Horas antes, milicianos respaldados por armas antiaéreas montadas en camiones, morteros y cohetes atacaron el Parlamento, lo que hizo huir a los legisladores mientras los rebeldes saqueaban el recinto.
El general Farnana dijo que el grupo de Hifter nombró una Asamblea Constituyente de 60 miembros para tomar el control del Parlamento y que el gobierno libio sólo funcionaría en la modalidad de emergencia, sin ofrecer más detalles al respecto.
Farnana, quien dirige las prisiones de la Policía Militar, dijo que el ataque del domingo contra el Parlamento no fue un golpe de Estado sino que «peleaban por precepto del pueblo».
«Anunciamos al mundo que el país no puede ser una incubadora de terrorismo», dijo Farnana, que tenía puesto su uniforme militar y estaba parado junto a la bandera libia.
No estaba claro de inmediato desde dónde habló Farnana.
A primeras horas del lunes, el gobierno interino de Libia condenó el ataque al Parlamento y dijo que desatendería la declaración del grupo del general.
«El gobierno condena la expresión de opiniones políticas mediante el uso de la fuerza armada», dijo el ministro de Justicia libio, Salah al-Marghani, en un comunicado. «El gobierno llama al fin inmediato del uso del arsenal militar… y pide a todas las partes que recurran al diálogo y la reconciliación».
Milicias que respaldan el gobierno interino instalaron puntos de control en la capital del domingo por la noche. Las fuerzas de Hifter en Trípoli parecían concentradas en la vialidad que conduce al aeropuerto de la ciudad y sus alrededores en la zona sur.
El ataque contra el Parlamento, que según funcionarios de hospitales dejó un saldo de dos muertos y más de 60 heridos, ocurrió después de un asalto de las fuerzas de Hifter el viernes contra milicias islamistas en la atribulada ciudad oriental de Bengasi, que según las autoridades dejó 80 muertos. El domingo, hombres armados atacaron a legisladores y funcionarios islamistas a quienes Hifter culpa por permitir a los extremistas chantajear al país, dijo su portavoz, Mohamed al-Hegazi, a la televisora libia al-Ahrar.
«Este Parlamento apoya a estas entidades islamistas», dijo al-Hegazi. «El objetivo (del ataque) fue arrestar a estos cuerpos islamistas disfrazados de políticos».
Los combates se extendieron el domingo por la noche a la periferia sur de la capital y a lo largo de la carretera al aeropuerto.
El Parlamento libio está dividido entre fuerzas islamistas y no islamistas que han disputado la designación de un nuevo gobierno y la celebración de elecciones. Recientemente, fuerzas islamistas respaldaron la designación de un nuevo primer ministro, mientras los grupos no islamistas se retiraban del salón. El nuevo primer ministro interino todavía no ha formado gabinete.
AP