Estados Unidos y la Unión Europea abrieron este lunes en Washington una nueva ronda de negociaciones para crear una zona transatlántica de libre comercio, en medio de resistencias en ambos lados al acuerdo.
La quinta ronda de negociaciones para alcanzar una asociación transatlántica de comercio e inversiones cubrirá los detalles de las propuestas de la UE y Estados Unidos, sin intención de resolver las divisiones más difíciles, según funcionarios.
«Este no es el escenario en el cual se deben tomar las difíciles decisiones políticas», dijo un funcionario europeo antes de las reuniones.
Algunos puntos álgidos del acuerdo incluyen decidir si los servicios financieros deben incluirse, qué tan regulados quedarán los alimentos y productos agrícolas, y las reglas de contrataciones que permiten a los gobiernos locales discriminar a proveedores internacionales para fomentar las empresas locales.
Otro desafío es el mecanismo de resolución de conflictos para los inversionistas de un lado al otro del Atlántico, que activistas temen pueda excluir los intereses de comunidades locales.
De concretarse, el TTIP se convertiría en la mayor zona de libre comercio e inversiones del mundo, abarcando 820 millones de personas y más de un billón de dólares anuales en intercambio.
Pero las negociaciones se han movido lentamente en medio de las grandes divisiones entre los gobiernos y no se espera que culminen a fines de este año, como estaba previsto originalmente.
La resistencia entre la población también va en aumento. Cientos de manifestantes, incluidos tres políticos, fueron arrestados en protestas contra el acuerdo la semana pasada en Bruselas.
Otro frente se abrió entre legisladores del partido Demócrata del presidente Barack Obama que temen que un espaldarazo al acuerdo, acusado de un sesgo procorporativo, les cueste las elecciones de medio término de noviembre.
La ronda de negociaciones en Washington se extiende del 19 al 23 de mayo, y este miércoles las dos partes realizarán un foro para compartir información con empresarios, grupos ciudadanos y otros con intereses en el acuerdo.
AFP