En la segunda jornada de su visita de tres días, el Pontífice complació a sus anfitriones refiriéndose al «Estado de Palestina», que apoya la petición de un reconocimiento como Estado en medio de un estancado proceso de paz
El Papa Francisco realizó una parada no programada el domingo en un muro que los palestinos repudian por considerarlo un símbolo de la opresión israelí, y luego invitó a los líderes de ambos lados a visitar El Vaticano a rezar por la paz.
En una imagen que probablemente se convertirá en una de las más recordadas de su viaje a Tierra Santa, Francisco descansó la frente contra una estructura de concreto que separa Belén de Jerusalén, y rezó en silencio ante la mirada de un niño que sostenía una bandera palestina.
El pontífice permaneció en el lugar donde alguien escribió con pintura roja la frase «Palestina libre». Sobre su cabeza, un grafiti en un deficiente inglés manifestaba «Belén parece un gueto de Varsovia», comparando la situación de los palestinos con la de los judíos bajo el dominio nazi.
Es probable que la imagen cause incomodidad entre los líderes israelíes, que sostienen que la muralla, erigida hace 10 años durante una serie de ataques palestinos con bomba, es necesaria para garantizar su seguridad, reseñó Reuters.
Los palestinos la consideran un esfuerzo de Israel por dividir el territorio y apoderarse de tierras.
En la segunda jornada de su visita de tres días a Oriente Medio, Francisco complació a sus anfitriones refiriéndose al «Estado de Palestina», que apoya la petición de un reconocimiento como Estado en medio de un estancado proceso de paz.
Sin embargo, Francisco, quien habló en la ciudad palestina de Belén en la Cisjordania ocupada por Israel, dejó en claro que era necesario un acuerdo negociado y pidió a los líderes de ambos lados superar sus innumerables diferencias.
Invitación a la paz
Francisco invitó a los líderes de Israel y Palestina a visitar El Vaticano a rezar para acabar con el prolongado conflicto, a sólo un mes del colapso de las negociaciones de paz respaldadas por Estados Unidos.
«En este, el lugar de nacimiento del Príncipe de la Paz, deseo invitarlo, presidente Mahmoud Abbas, junto al presidente Shimon Peres, a acompañarme en una sincera oración a Dios por el regalo de la paz», dijo el Papa en una misa al aire libre en Belén.
Peres y Abbas aceptaron la invitación, según sus equipos. El funcionario palestino, Hana Amira, dijo que el encuentro se realizaría el 6 de junio, menos de dos meses antes de que el veterano líder israelí deje la presidencia.
Llegada a Tel Aviv
Desde Belén, donde el Papa también visitó un campo de refugiados palestinos, el pontífice voló en helicóptero al aeropuerto de Tel Aviv, donde fue recibido por Peres y Netanyahu, antes de sobrevolar de nuevo las colinas de Judea rumbo a Jerusalén.
En un discurso durante la ceremonia, Francisco invocó «el derecho del Estado de Israel a existir y a prosperar en paz y seguridad dentro de los límites reconocidos internacionalmente».
Al mismo tiempo, dijo que debe haber «un reconocimiento del derecho del pueblo palestino a una patria soberana y a vivir con dignidad y libertad de movimiento».
El Papa también recordó el Holocausto usando su nombre hebreo, Shoah, y dijo que «siempre conscientes del pasado (…) no puede haber lugar para el antisemitismo».
«Un momento particularmente conmovedor de mi estada será la visita al Memorial Yad Vashem a los seis millones de judíos que fueron víctimas de la Shoah», dijo el pontífice argentino.
Peres dio la bienvenida a Francisco bajo un fuerte viento pero con un sol radiante.
«Estamos agradecidos de que asuma una posición sensible y decidida contra cualquier expresión de antisemitismo y contra cualquier otra forma de racismo», dijo el presidente israelí.
En la tarde, Francisco rezó por la unidad de los cristianos con el Patriarca Bartolomé de Constantinopla, el líder espiritual de los cristianos ortodoxos, en la Basílica del Santo Sepulcro.
Detenidos y misa en Sión
Mientras, la policía israelí anunció la detención de 26 activistas de extrema derecha que se manifestaban contra la visita del Papa al Monte Sión, en Jerusalén. «Estos manifestantes reunidos en torno a la tumba de David lanzaron piedras y botellas a las fuerzas de seguridad. Dos policías resultaron ligeramente heridos», declaró a AFP el portavoz de la policía, Micky Rosenfeld.
El Papa tiene previsto celebrar el lunes una misa en el Cenáculo, en el Monte Sión, el lugar donde según la tradición Jesús cenó por última vez. Ese mismo lugar, pero en la planta baja, también es venerado por los judíos por ser el lugar donde se encontraría la tumba del rey David.
Entre los detenidos figura un soldado «que amenazó a un policía con su arma cuando uno de sus compañeros fue detenido», añadió el portavoz. «Algunos de los manifestantes entraron en el edificio de la tumba de David antes de ser evacuados», precisó.
Según la radio pública, unos 150 extremistas se habían concentrado en la madrugada de este domingo para denunciar la visita del Papa así como las «cruzadas y la Inquisición» de las que fueron víctimas los judíos en el pasado. Estos incidentes se registraron en el lugar que según la tradición podría albergar la tumba del rey David, en la planta baja del mismo edificio. El lugar es también un santuario musulmán.