Los días de búsqueda de la familia de Erick Enrique Di Muro Ramírez, de 16 años de edad, terminaron con el lamentable hallazgo de su cuerpo descompuesto en una cuneta de la vía, en el km 17 de la carretera Petare-Santa Lucía, entrada al sector El Roble, en Mariches.
Estaba desaparecido desde la 1:00 de la madrugada del viernes 23 de mayo, cuando dos hombres de unos 40 años de edad, ingresaron a su vivienda en el mismo sector. El joven estaba despierto viendo televisión mientras el resto de su familia dormía.
Su tía Carmen Rosa Pérez, dijo que los delincuentes tocaron a la puerta de su “rancho”, supuestamente buscando quien les diera un poco de azúcar. Cuando el muchacho les abrió lo sacaron a la fuerza. Vestía short y estaba sin franela.
Esa madrugada desveló el sueño de la familia que no pudo hacer nada para impedir la tragedia. La víctima tenía su pareja y una bebé de dos meses de nacida. Tanto la mujer como la niña se encontraban en la vivienda.
Este fin de semana acudieron a la morgue de Bello Monte buscando alguna noticia aunque no la más anhelada. Habían transitado por hospitales luego de formalizar la denuncia ante el Cicpc. En el barrio se corrió el rumor de que el muchacho estaba muerto y su cuerpo abandonado en unos matorrales en Turumo, pero nadie había dado con el lugar exacto.
Ayer en la mañana, un motorizado que pasó por el lugar observó los pies de la víctima en una cuneta bajo un pequeño puente de la vía, cuando se agachó a recoger la mica de su moto que se le cayó. De inmediato se agachó y se dio cuenta que era un muerto.
La familia de Di Muro logró reconocerlo por un reloj morado que vestía el día en que desapareció. No obstante, ayer cambiaron la versión de su desaparición diciendo que no lo veían desde la noche del jueves cuando todos se acostaron a dormir y al despertar no estaba.
Comisiones policiales localizaron el cadáver de Di Muro descompuesto y con heridas de bala. Funcionarios de la Policía de Sucre y de Polimiranda mantuvieron la zona en resguardo hasta la llegada del Cicpc para recogerlo.
Extraoficialmente se habla de dos detenidos por este hecho. El padre del homicida habría confesado a la policía que su hijo era el autor de aquella muerte.
Los familiares de la víctima dijeron que el adolescente no estudiaba ni trabajaba, ya que su madre era quien se hacía cago de la manutención del hogar y de darle todo “son tantos días, es un menor, no es mala conducta, es un chamo de su casa, mi mamá trabajaba, todo era para él2, comentó un hermano.
AA