QUITO, Ecuador (AP) — La Corte Nacional de Justicia el jueves sentenció en ausencia a 12 años de prisión al expresidente Jamil Mahuad, acusado de malversación de fondos públicos y privados.
Mahuad, de 64 años, que vive hace más de 13 años en Estados Unidos, fue encontrado culpable de peculado y la Sala de lo Penal de la corte lo condenó a prisión «sin atenuantes debido a la enorme alarma social que ha causado el delito cometido por el encausado, cuyas consecuencias continúa padeciendo las sociedad ecuatoriana».
El fallo, de primera instancia, destacó que el exmandatario, demócrata cristiano, fue hallado culpable en calidad de «autor responsable del delito de peculado tipificado y sancionado en el artículo 257, inciso primero del Código Penal».
El gobierno de Ecuador informó el martes que la Interpol emitió una orden de captura internacional contra Mahuad, acusado de malversación.
En una carta, enviada a la AP el miércoles, el expresidente dijo que el juicio en su contra «es nulo y obedece a persecución política».
Adujo que durante su gobierno, en 1999, tuvo que enfrentar «una monumental crisis financiera … (y) tuve la valentía de tomar decisiones impopulares. Lo hice obligado por las circunstancias. Tomé la decisión de congelar (los depósitos bancarios de particulares y empresas) cuando todas las medidas de las autoridades monetarias no habían surtido el efecto esperado y la economía entró en hiperinflación».
Mahuad fue forzado a dejar abruptamente el poder en enero de 2000 tras una revuelta popular causada por la severa crisis económica en el país, que llevó al exmandatario a reemplazar la moneda ecuatoriana de entonces, el sucre, por el dólar de Estados Unidos, lo que se ha sido mantenido por todos los gobiernos hasta ahora. Tras su salida del poder, Mahuad se refugió en Estados Unidos donde da clases en la Universidad de Harvard.
Mahuad, líder del desaparecido partido Democracia Popular, decretó en 1999 un feriado bancario y el congelamiento de los fondos de los ecuatorianos en el sistema financiero, lo que la justicia ecuatoriana considera peculado, aunque el expresidente dijo que lo hacía para hacer frente a una aguda crisis económica que puso al país al borde de la hiperinflación y que llevó a la quiebra o cierre de 21 de los 42 bancos existentes en esa época.
La acusación de peculado, castigado con penas de entre 8 y 12 años de cárcel, no significa que el exmandatario haya usufructuado de tales fondos sino que cometió malversación, tanto de fondos públicos como privados.