La hispanovenezolana de madre guatireña Garbiñe Muruguza quiere aislarse del mundo para centrarse solo en Roland Garros, donde este viernes alcanzó los octavos de final, por lo que su entorno ha decidido incluso quitarle el teléfono móvil.
“Me han dicho que no toque el teléfono móvil para estar concentrada en el torneo, es algo extraño”, indicó Muguruza, que tiene solo permiso para enviar mensajes a su familia.
La tenista nacida en Caracas, de madre venezolana y padre vasco, cambió de dimensión cuando en segunda ronda eliminó a la número uno del mundo, la estadounidense Serena Williams, que llegaba a París a defender el título y a sumar su 18 Grand Slam.
“Ese partido me hizo sentir muchas emociones, muchas cosas pasaron por mi cabeza”, indicó la tenista, que no pierde la sonrisa en un torneo que está cambiando su vida.
Pero para evitar que ese cambio influya en su tenis, su entorno ha impuesto una férrea vigilancia.
“No estoy leyendo nada, solo el periódico oficial que dan aquí en el torneo. No sé si está habiendo mucha repercusión en Venezuela o en España, supongo que sí, pero no quiero saberlo hasta que no acabe el torneo”, señaló.
“Nivel psicológico superior”
El salto también se ha mostrado en su tenis y la mejor forma es compararlo con el pasado Abierto de Australia, cuando también alcanzó los octavos de final y donde también derrotó a su rival de ayer, la eslovaca Anna Schmiedlova.
“Estoy jugando a un nivel psicológico superior, fruto de la suma de partidos importantes. Desde Australia he mejorado muchas cosas”, señaló.
Aunque no ha mirado más allá de su próximo duelo, Muguruza se siente preparada para dar la sorpresa en París.
En el fondo queda la cuestión de por qué país optará para jugar la Copa Federación y los Juegos Olímpicos, si con España o con Venezuela.
La hispanovenezolana se mostró agradecida a las Federaciones de ambos países: “No siento que estén peleando, a mi no me hablan de nada, siento que me respetan, que me dan el tiempo necesario y que me cuidan”.