Una fuente reveló que las celdas son de 2,5 por 5 metros cuadrados y aunque solo tienen capacidad para recluir a diez internos, en la actualidad permanecen entre 25 y 30 reclusos, quienes duermen parados, sentados y en improvisadas hamacas que hacen con sábanas
Hacinados permanecen los presos dentro de los calabozos de la Policía Municipal de Cristóbal Rojas donde pernoctan más de 70 reclusos. El asfixiante calor, la poca iluminación y la falta de espacio para moverse son algunas de las adversidades que deben enfrentar los privados de libertad.
Las celdas de Policharallave son de 2,5 por 5 metros cuadrados y tienen capacidad para recluir a diez internos, pero en la actualidad permanecen entre 25 y 30 presos en cada cubículo. Los privados de libertad duermen parados, sentados y en improvisadas hamacas que hacen con sábanas que les llevan sus familiares.
Un policía reveló que existen 71 presos: 58 hombres, diez adolescentes y tres mujeres. Actualmente unos 17 detenidos están enfermos. Presentan escabiosis, lechina y hongos en la piel.
“Esta situación de insalubridad se presenta debido a la cantidad de presos que tenemos en los calabozos, lo que genera un hedor que es insoportable”, dijo el oficial, quien además reveló que los presos son sacados una hora al día a bañarse. Todos son llevados al mismo tiempo. Hacen sus necesidades en un inodoro. La tubería regularmente se tapa por lo que deben evacuar en bolsas o en envases plásticos que luego son echados en la basura. El agua que consumen es la que toman de la tubería cuando se asean.
Es oportuno destacar que estas personas están presas por delitos como: homicidios, secuestros, robos, tenencia de droga y otros. Algunos internos son catalogados de alta peligrosidad.
20 minutos…
Rosa, es madre de un muchacho que está siendo procesado por el delito de robo y está tras las rejas desde hace ocho meses. Narró al Diario La Voz que sólo puede ver a su descendiente cada domingo, 20 minutos. “Usted no se imagina con el afán con que yo espero esos minutos para poder saber cómo está mi muchacho”, dijo la mujer a las afueras de la municipal.
La fémina pidió a la alcaldía de Charallave mejorar las celdas. “Nuestros hijos cometieron delitos, pero no merecen ser tratados como animales”, expresó la mujer.
Visita oficial
Una comisión de la Defensoría del Pueblo y un grupo de abogados defensores de los Derechos Humanos visitó la sede de Policharallave para conocer el grado de hacinamiento que reina en el lugar. Los funcionarios realizaron un informe de la situación y lo presentaron a los entes respectivos.
MIP-TUY Agencia/Jean Carlos Rodríguez
jcarlos_yaco@hotmail.com
@jeancarloslavoz