En Venezuela solo ha ocurrido un magnicidio y fue el perpetrado contra el coronel Carlos Delgado Chalbaud
La seriedad que pudiera revestir la noticia de un magnicidio se anula cuando un dirigente de poca credibilidad es quien la anuncia, tomando en cuenta que el término de credibilidad es un concepto que las personas utilizan para decidir si creen o no una información de la que no son testigos directos.
Tomamos la definición de credibilidad de Wikipedia, La Enciclopedia Libre que encontramos en Internet: “La credibilidad se compone de dos dimensiones principales: confianza y grado de conocimiento donde ambas poseen componentes objetivos y subjetivos. Es decir, la capacidad de generar confianza es un juicio de valor que emite el receptor basado en factores subjetivos como las afinidades éticas, ideológicas o estéticas. El grado de conocimiento puede ser percibido en forma subjetiva aunque también incluye características objetivas relativas a indicadores indirectos sobre los conocimientos expertos de la fuente (por ejemplo acreditaciones académicas o profesionales, prestigio, trayectoria) o del rigor del mensaje (calidad de la información, exhaustividad, referenciación). Otras dimensiones secundarias son el dinamismo o carisma de la fuente y la atracción física que genera en medios de comunicación que transmiten la imagen del emisor.
La credibilidad va de la mano de la verdad, de manera que una persona o fuente poseerá un mayor grado de credibilidad si no se ha visto involucrada en episodios en que se haya puesto en evidencia o se sospeche que ha mentido. A medida que se producen sospechas sobre su honestidad, la credibilidad disminuye paulatinamente. Además de las dudas sobre la honestidad, la credibilidad también se puede perder por una acumulación de errores en la difusión de información o de incongruencias en la difusión de opiniones o interpretaciones”.
Así las cosas, solicitamos a las autoridades competentes declaren en consecuencia y muestren pruebas fehacientes que lleve a inculpar al o a los comprometidos en el cacareado caso del magnicidio. En Venezuela solo ha ocurrido un magnicidio y fue el perpetrado contra el coronel Carlos Delgado Chalbaud, en el momento que ejercía la Presidencia de La Junta de Gobierno que derrocó al presidente Constitucional Rómulo Gallegos, por sus mismos compañeros de Junta, un hecho que es todavía un bochorno para la historia venezolana y estamos seguro que eso jamás volverá a ocurrir en nuestra patria y quienes estén involucrado en tan abominable hecho serán repudiados por todos los venezolanos.
Ahora bien, una cosa es ser golpista, tal como lo fueron las mayoría de los que en la actualidad rigen los destinos de la patria comandados por él, hoy difunto, teniente coronel Hugo Chávez Frías y que le costó a nuestros soldados y civiles un inútil derramamiento de sangre, ya que eran inocentes de lo que estaba pasando en el país y el vil ataque a la residencia presidencial de La Casona donde solo habían mujeres y niños, pero otra cosa es que muchos venezolanos apegados a nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela soliciten la renuncia de Nicolás Maduro Moros, lo cual por lógica no constituye delito alguno y quienes lo hacen, lo hacen con todo el derecho de ser venezolanos.
Por último, solicitamos que una autoridad gubernamental, de primer orden, demuestre con verdaderas pruebas lo denunciado, lo cual no será impedimento para seguir solicitando la renuncia del hoy proclamado Presidente por el Consejo Nacional Electoral.
Salomón Benshimol R. e-mail: sbenshimol@yahoo.com