Basadas en las escrituras Bíblicas y las interrogantes que surgen ante la posibilidad de que los sacerdotes católicos puedan casarse, el pastor Freddy Romero, presidente de la Fundación Oasis, con sede den Barlovento y también en el litoral central, asevera que desde el inicio de nuestra creación Cristo, el mismo Dios de todas las religiones que existen hoy en día sobre la tierra estableció que los hombres tienen que casarse y reflejó esto en sus enseñanzas dejándolas plasmadas en la Biblia Universal utilizada por las distintas religiones.
En el primer libro de la Biblia que es Génesis, está establecido que todo hombre necesita casarse. Génesis 2:18 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”.
¿Por qué los sacerdotes católicos tienen que casarse? La respuesta a esta interrogante que confronta a muchas personas es muy sencilla, un solo hombre en la tierra obtuvo el regalo de Dios y fue el Apóstol Pablo, que es el don de continencia y él reconoce que no todos los hombres sean Testigos de Jehová, Evangélicos, Pastores cristianos tienen ese don. 1 Corintios.7:8-9 “Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo, pero si no tienen el don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: que la mujer no se separe de su marido y que el marido no abandone a su mujer”
Basado en esto, Romero expresa que “ es necesario que los representantes de la iglesia católica permitan que sus sacerdotes puedan casarse, para que todas esas cosas que fomentan los antivalores como la pedofilia,
homosexualidad y tener familia a escondidas que siempre ha existido dentro del catolicismo, desaparezcan, esos actos indebidos ha sido el resultado de una prohibición humana, no es una prohibición bíblica, no tiene fundamento bíblico la prohibición de casarse, esto no es una decisión natural, sino impuesta y que no va en concordancia con la Biblia. En la antigüedad la Iglesia reconoce que antes del tiempo del Concilio de Nicea (325) el clero tenía libertad para casarse de acuerdo con la práctica de la iglesia apostólica (1 Ti 3:1-12).
Sin embargo a fines de este período se introdujo clandestinamente dentro de la iglesia una doble norma de espiritualidad, El Papa Gregorio VII en 1075 inició una absoluta reforma que requería el celibato total de los diáconos, sacerdotes, y obispos, lo cual fue confirmado por el Cuarto Concilio de Latera (1215) y el Concilio de Trento (1563). La Reforma Protestante del siglo dieciséis rechazó vigorosamente el celibato obligatorio del clero a favor de un regreso a la libertad apostólica.
No se trata de que si la iglesia católica quiere o no que un sacerdote se case, es que tiene que permitírselos porque así está establecido en la Biblia y lo dice en el libro de al principio Dios creó todo en el mundo, pero se fijó que Adán estaba solo y dijo: 1 Corintios 10-13 “Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella,
no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.”
Nadie puede dar lo que no tiene, es necesario que los sacerdotes puedan casarse para que así a través de sus experiencias puedan darle consejos asertivos y que se puedan aplicar en la vida diaria. Un ejemplo sencillo es el éxito del programa de rehabilitación de Oasis, muchos se preguntan ¿Cuál es el secreto? Y el secreto está en que todos los pastores y líderes de la Fundación vienen de estar en situación de calle, saben lo que es vivir en la calle y saben qué es lo que le funciona a una persona para que dejen los vicios. Solo a través de las experiencias vividas podemos dar consejos asertivos.