Vivieron hace 146 millones de años y murieron probablemente ahogados y atrapados por una avalancha submarina.
Ese es el destino que un grupo de paleontólogos sugiere para los 46 ictiosaurios cuyos restos descubrieron en el Parque Nacional Torres del Paine, en el sur de Chile.
Allí, cerca del glaciar Tyndall y rodeados de un paisaje impresionante, los investigadores desenterraron los fósiles de estas criaturas prehistóricas similares a delfines.
Algunos de los ejemplares están tan bien preservados que incluyen tejidos blandos y hasta embriones.
Entre los numerosos restos de ictiosaurios encontrados hay esqueletos articulados y casi completos de adultos, hembras preñadas y ejemplares jóvenes.
«Este gran cementerio de ictiosaurios, en la forma en que se encuentran hoy depositados (los restos) es único», dijo Chistian Salazar, investigador del Museo Nacional de Historia Natural.
Tesoro
Un grupo de expertos en glaciares que exploraba la zona en Torres del Paine prácticamente tropezó con los esqueletos de ictiosaurios, o lagartos marinos, que probablemente habían quedado expuestos unos años antes al retroceder el glaciar patagónico que los cubría.
A partir de entonces, tres expediciones permitieron desenterrar la gran cantidad de fósiles que el equipo liderado por Patricio Zambrano Lobos, de la Universidad de Heidelberg, Alemania, ahora describe en el Boletín de la Sociedad Geológica de Estados Unidos.
«Esta concentración es única en Chile y América del Sur, lo que da a este yacimiento de fósiles importancia internacionalmente», explicó Wolfgang Stinnesbeck, uno de los investigadores que encontraron el abundante cementerio de ictiosaurios.
Pero los científicos resaltan que este tesoro paleontológico aún tiene mucho por mostrar. «En tan solo 90 días hemos identificado 46, entonces ahí viene la gran pregunta, cuántos más hay», cuenta Salazar, tal como reporta la agencia de noticias Reuters.
«Geológicamente y paleontológicamente sabemos que debe haber más explorando en esa misma formación geológica».