El empresario Pedro Mario Burelli rechazó desde Estados Unidos, donde reside, la citación para declarar judicialmente hoy en Caracas sobre su supuesta implicación en un presunto plan magnicida contra el presiente, Nicolás Maduro.
El empresario y exdirectivo de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) asegura que no recibió la solicitud para declarar y que, además, se le señala en el supuesto plan en base a unos correos electrónicos que, sostiene, fueron forjados.
«Todos los correos que mostraron son de cuentas cuyo proveedor es Google. Estamos siguiendo el procedimiento establecido, con mi abogado, a fin de conseguir los recaudos técnicos y luego la certificación que demostrará cómo todo esto se montó sobre la base de correos forjados», declaró Burelli a El Universal.
Burelli, a quien el alcalde de Caracas y dirigente del Partido Socialista (PSUV) llamó «gran lobbista de la ultraderecha internacional», anunció una contraofensiva judicial en Estados Unidos.
«La embajada venezolana en Washington hizo circular los emails forjados (…) con la intención de convencer a ciertos círculos de que había un intento de asesinato. Por tanto, han publicado en territorio de EE.UU. documentos forjados y eso constituye un delito», advirtió.
Burelli insistió en que no le corresponde demostrar tal delito, «porque son ellos (los miembros del Gobierno de Maduro) quienes deben probar la legitimidad de su denuncia, pero como sé que no lo van a hacer y debo preservar tanto mi reputación como la de otras personas que han involucrado en esta farsa, nos toca, a los inocentes, mostrar que nuestros acusadores son los culpables», dijo.
«Me dicen: ‘señor Burelli véngase para acá y en la Fiscalía nosotros se las mostramos’ (las pruebas de que los correos son supuestamente verdaderos) y yo le respondo: ‘No señor, los espero en Google y una vez allí exijan ustedes la certificación», señaló.
Según el alcalde y dirigente del PSUV, Burelli secunda el plan de magnicidio y golpe de Estado cuyo liderazgo atribuyó a la exdiputada María Corina Machado, citada a declarar la próxima semana.
«Yo no estoy conspirando para asesinar al presidente de Venezuela, por más ilegítimo que sea. Tampoco conspiro para que haya un golpe de Estado. No tengo contacto con ningún militar activo. Y en cuanto a la gente con la que me comunico, tampoco», dijo Burelli.
«Yo explicaré sobre mis reuniones con el Departamento de Estado en el momento en que el señor Maduro aclare cuál es su relación con el Gobierno de Cuba», añadió.
En uno de los correos que supuestamente escribió al también citado exdiplomático Diego Arria, Burelli sugiere que la oposición a Maduro cuenta con el apoyo del Departamento de Estados estadounidense para apuntalar el plan.
«Vamos por todo y con todo, contra todo. Contamos con el Departamento, la embajada (…), tomemos como nos corresponde las calles del país, incluidas eventualmente las de palacio y cerquemos a ese hijo de puta», sostiene Burelli en alusión a Maduro según el correo que tildó de forjado.
Al empresario y ex directivo de PDVSA también se le atribuye otro correo dirigido al excandidato presidencial Enrique Salas Romer en el cual también involucra en el supuesto plan al embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker.
Todos esos correos son forjados, «no los escribí» y los verdaderos responsables «probablemente han burlado las leyes del país (EE.UU.) al que acusan no tener jurisdicción para sancionarlos», añadió.
«Si pretenden involucrar a EE.UU. en el tema -prosiguió Burelli- (los estadounidenses) deberán decidir la conducta a asumir ante las denuncias» y los oficialistas a su vez tendrán que evaluar «hasta dónde pretenden llevar el conflicto con EE.UU. porque, al mismo tiempo, expresan su deseo de mantener magníficas relaciones».