Apple se está preparando para vender su primer reloj inteligente en octubre. El objetivo es producir entre tres millones y cinco millones de unidades al mes, según difundió Nikkei, citando a un proveedor de Apple.
Hasta el momento se conoció que el aparato tendrá una pantalla curvada y además incorpora sensores para recoger datos de salud, como glucosa en sangre y el consumo de calorías o la actividad del sueño.
Precisamente, el nuevo sistema operativo anunciado la pasada semana, el iOS 8, para los aparatos móviles de Apple, facilitará que los datos recogidos se transmitan entre los aparatos que tenga una persona, siempre que sean de su marca.
El consejero delegado de Apple, Tim Cook, presionado por los inversores, había prometido “nuevas categorías de productos” para este año. La falta de un nuevo producto estrella desde 2010 -al que se habían acostumbrado los accionistas- frenaba la subida de la acción, pese a que los resultados económicos de la empresa eran envidiables.
La venta comenzará después de que varias marcas de la competencia ya tengan los suyos en el mercado, algunos desde hace años, como Sony y Pebble, otros desde hace un año (Samsung con su Galaxy Gear) y otros desde hace meses, como LG o Qualcomm.