En el juego 2 no hubo calambres y la defensa de los Spurs fracasó ante el No. 1
Chris Bosh ha convertido su lanzamiento a distancia en una de las variantes más efectivas del ataque de los Heat. Y el domingo se hizo sentir de nuevo, en momento culminante, para concretar un intento decisivo, a 1 minuto del final, para llevar a los 98 puntos (por 96) que nivelaron la serie de campeonato de la NBA.
Sin embargo, el mayor peso, la acción determinante para que Miami no fuera en desventaja a casa fue, como siempre, LeBron James. Dispuesto a compensar lo que significó su ausencia por calambres en la derrota inicial, volvió a mostrarse como el No. 1 de la actualidad y con 35 puntos y 10 rebotes dejó el testimonio de su condición encabezando a un equipo que esta vez si cerró como un campeón.
Apenas 2 puntos en el primer cuarto. Pero luego una explosión que le llevó a pulverizar cuanto marcador se puso en su camino, especialmente a Kawhi Leonard, que terminó saliendo por límite de faltas y minimizado en su acción ofensiva (9 unidades) ante el trabajo que le exigió una defensa. 66% en tiros de cancha, 3-3 en triples y 5-4 en libres dan una idea de cómo arrolló a los Spurs, silenciando a una afición que quedó preocupada por una derrota que echa por tierra -al menos povisionalmente- la ventaja de cancha. 8 puntos en 52 segundos y un minuto después otros 4 para acertar 6 de 7, incluidos dos triples, constituyeron un momento cumbre de James, que llevó esta vez a privar individualidades sobre el trabajo colectivo.
Bosh anotó 18 (11 de 6, 2-1 en triples), Wade repitió los 14 y Rashard Lewis, que sigue convertido en el “factor X”, otros 14, con los Heat lanzando para 52.9 de cancha, 42.1 en triples y 76.2 en libres, con un rebote más y superando 44-34 puntos en la pintura.
Del otro lado, Duncan dobló, 18-15 (igualó a Magic Johnson en el tope de doble-dobles en play-off con 157), Parker fue máximo anotador con 21 (7 asistencias) y Ginóbili marcó 19. Boris Diaw fue otro destacado con 10 rebotes y 5 asistencias. Pero el conjunto bajó sensiblemente sus promedios, 43.9 y en triples 46.2, fallando ostensiblemente en tiros libres (60%,), incluyendo los 4 últimos de un partido tan parejo y por cierto sin ir a la línea en los 6 minutos postreros. Y aunque dio 26 asistencias (por 16), su manejo del balón no fue tan fluido ni consistente, cuestión indispensable frente a semejante rival.
Además de las cifras de Duncan, la NBA anunció que Miami -que llegó a 6-0 en segundo juego de finales, sumó 47 sin derrotas consecutivas en play-off, algo solo superado por Boston Celtics (64 entre 192 y 66) y Chicago Bulls (52 entre el 90 y el 93). Ray Allen puso un triple que le dejó a 6 de los 56 exhibidos por Robert Horry como máximo en esa instancia y Parker pasó a Jordan en el octavo lugar en asistencias.
Desapareció la falsa diferencia del marcador del primer partido. La paridad regresa, pero van a Miami en situación contraria al inicio de la serie. Una buena señal para el espectáculo.
Armando Naranjo
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