La semana pasada, la industria láctea alertó que el abastecimiento de leche en polvo podría complicarse más, porque desde comienzos de año, la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas (Casa) aumentó a Bs. 25 el kilo de leche pulverizada que les suministra para operar, pero no trasladó ese incremento al precio final de la leche en polvo.
La situación ha generado problemas, pues algunas industrias no están recibiendo el producto porque no les es rentable. “50% de las empresas no está recibiendo leche pulverizada, porque no puedes recibir leche cara para terminar vendiéndola más barata”, dijo ayer Roger Figueroa, presidente ejecutivo de la Cámara Venezolana de Industrias Lácteas (Cavilac), quien recalcó que dos de las más grandes receptoras y comercializadoras de leche en polvo en el país no están recibiendo materia prima .
“Ni Nestlé ni el Grupo Genita (Campestre) están recibiendo leche pulverizada; Parmalat está haciendo un esfuerzo grande, está recibiendo para cubrir gastos fijos, porque tiene una planta muy grande y no puede parar”.
Ahorcados
Figueroa explica que el nuevo costo de la leche pulverizada se une a una serie de incrementos en los precios de los insumos, muchos de éstos escasos, lo que complica la producción de leche en polvo.
“Los precios de los insumos en la cadena están cada vez más altos y algunos escasean, como es el caso de los empaques”. Insistió en que sin la materia prima básica -leche pulverizada- no se puede operar.
La distribución de leche en polvo empaquetada por las industrias privadas es muy baja en el mercado. En los supermercados de la red privada el producto no se observa casi y, cuando llega, literalmente vuela de los pasillos, porque no llega nunca al anaquel.
Por su parte, en la red pública -Bicentenario, Pdval y Mercal- venden las marcas de leche en polvo que empaquetan las empresas estatales; el producto se vende racionado a máximo dos kilos semanales por persona.
Información de El Mundo Economía y Negocios