José Gregorio Méndez Méndez, de 17 años,, se disponía a tomar una mototaxi e ir hasta Petare, cuando un hombre le disparó y lo dejó tendido en la calle. Cuando su familia llegó porque algunos vecinos reconocieron al muchacho, éste ya estaba muerto
Este año 52 adolescentes han perdido la vida por la delincuencia en la Gran Caracas. El hecho más reciente fue el crimen de José Gregorio Méndez Méndez, de 17 años, a quien le quitaron la vida en el sector Guaicoco, en Filas de Mariches, en horas de la mañana del martes.
El joven estudiante del 4to año de bachillerato en un liceo de La Dolorita. También vivía en esa zona pero el martes cuando estaba en Guaicoco, para tomar un mototaxi e ir hasta Petare, un hombre le disparó y lo dejó tendido en la calle. Cuando su familia llegó porque algunos vecinos reconocieron al muchacho, ya estaba muerto.
Los parientes lo levantaron y lo llevaron hasta la clínica Popular de La Dolorita aunque sabían que ya había fallecido. A las 4:00 de la tarde fue trasladado el cuerpo a la morgue de Bello Monte. Lo registraron con el número 119 del mes de junio.
En la morgue una tía que prefirió no identificarse contó que aún esperan a las investigaciones que realice la policía para conocer el móvil del asesinato. No sabían que el adolescente tuviera problemas, salvo una situación que se presentó el noviembre pasado cuando tuvo que abandonar el liceo donde estudiaba.
Méndez tuvo problemas por una estudiante, pero su tía no sabía si era con ella o con alguna persona a causa de ella, tal vez algún lio de faldas.
Este es el segundo familiar que pierde a manos de la delincuencia. Su consuegro, Jairo Jaimez, de 48 años, fue ultimado por ladrones de carros que le quitaron un Chevrolet Spark.
La mujer hizo críticas contra la delincuencia que a su juicio son el “pan de cada día de los venezolanos”. “Sobran muchas armas y si siguen así nos vamos a quedar sin jóvenes. No tenemos muchas cosas pero lo que sobra es violencia, sobran las balas”, comentó.
También se quejó del mal servicio que se presta en la morgue de Bello Monte. La mañana de ayer aún no había podido retirar el cuerpo. “Hay muy mala atención. Debería ser un servicio las 24 horas del día, porque sumado al dolor que uno tiene por la pérdida de un ser querido tiene que pasar por esta tardanza”, dijo.
AA