En una escena que grabó el sábado la televisión local, el jefe de la diplomacia ucraniana Andrii Deshchitsa lanzó un «Putin es un imbécil» delante de los manifestantes enfurecidos, para calmarlos e impedir que siguieran intentando atacar a la diplomacia rusa.
La manifestación se convocó después de que los insurgentes prorrusos derribaran un avión militar ucraniano el sábado en el este del país. En el ataque murieron 49 personas.
Rusia denunció el sábado por la noche la pasividad de las fuerzas del orden que «no hicieron nada para proteger la embajada (…) lo que constituye una grave violación de los compromisos internacionales de Ucrania».
Varios responsables rusos condenaron también el comportamiento de Deshchitsa.
«Poroshenko debería cambiar a su ministro de Exteriores. No sabe controlarse», escribió en su cuenta de Twitter el jefe de la comisión de Exteriores de la Duma (parlamento ruso) Alexei Pushkov.
El viceministro de Exteriores Konstantin Dolgov dijo, por su parte, que esto muestra la verdadera naturaleza de las personas que gobiernan Ucrania.
«Esto muestra una vez más la cultura política, más bien la falta de cultura de las personas que están en el poder en Kiev», declaró en la radio.
Deshchitsa se justificó diciendo que lo había hecho para rebajar las tensiones.
«Mi declaración pretendía expresar el descontento de manera pacífica. En ese momento, lo importante era impedir la violencia y lo conseguimos», dijo en la radio Eco de Moscú.
AFP
